Los señalamientos que se han estado lanzando las tres fuerzas políticas más importantes en la entidad (PAN, PRI y PRD) en las últimas semanas, en las que ningún funcionario ni representante popular es ajeno a alguna acusación por sus acciones, sus declaraciones y hasta los supuestos, advierte que la violencia verbal caracterizara los procesos preelectoral, electoral y postelectoral, ya que todos preparan desde ahora, sus estrategias para desconocer el probable triunfo del adversario.
Germán Cantañón Galaviz, dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), Amado Orihuela Trejo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Juan Ángel Flores Bustamante del Partido de la Revolución Democrática (PRD), tienen 2 características en común, buscan antes del proceso electoral separarse de su responsabilidad partidista, para obtener un espacio público en la siguiente gestión, y apalancan sus declaraciones involucrados en la violencia verbal que no disminuye cuando menos desde el proceso electoral de 2009.
Lo violencia verbal con la que se expresan los servidores públicos que los ubica en el sensacionalismo mediático, es consecuencia de lineamientos nacionales de las organizaciones a las que pertenecen, y se complica, porque consideran que con la misma se posicionan sobre otras expectativas o posibilidades al interior de sus organizaciones.
Cada partido político tiene varios precandidatos a la gubernatura, el PRI registra a Manuel Martínez Garrigós, Francisco Moreno Merino y Amado Orihuela Trejo como los más importantes. El Partido Acción Nacional ha ventilado las aspiraciones de Adrián Rivera y Víctor Caballero, y el PRD a Rabindranath Salazar, Fidel Demédicis, Juan Salgado y Graco Ramírez, lo que provoca que al interior de cada organización se generen en los espacios públicos descalificaciones entre adversarios que se mezclan con los señalamientos de que el otro partido tiene pocas posibilidades de triunfo.
Las últimas encuestas según los especialistas ubican a cada una de las tres fuerzas políticas y a sus abanderados en igualdad de circunstancias frente a sus adversarios, algunos especialistas aseguran “hoy el arrancadero está parejo”, festejan el divisionismo priista, el fracaso gubernamental panista y el encono de las tribus perredistas, cada uno observa en el contrario “la paja en el ojo y desatiende la viga en el propio”. Ahí es donde se expresa la intención de provocar un fraude electoral por parte de cualquiera de las tres grandes fuerzas políticas aprovechando la violencia y el sensacionalismo que se ha apoderado del control de la comunicación en la sociedad morelense.
EL FRAUDE ELECTORAL, UNA TRADICIÓN
El 12 de febrero de 1909, se publicó en “El Diario del Hogar”, una protesta documentada contra el fraude electoral en la elección de Morelos, que según el historiador Jesús Sotelo Inclán. En su libro, Raíz y razón de Zapata, es un motivo importante en el ánimo del Caudillo del Sur, en su lucha revolucionaria, quien firma el documento que dice: En la Ciudad de Cuernavaca, a las ocho de la noche del día veintinueve de Enero de mil novecientos nueve, reunidos ante la Mesa Directiva del Club Democrático Liberal Morelos, todos los Ciudadanos que al fin firman, vecinos de Amatitlán, Santo Cristo, San Antonio, dos transeúntes en esta Ciudad procedentes de Anenecuilco de la Municipalidad de Ayala y otro de la Municipalidad de Tlalquiltenango, compareció el C. Fermín Bello, Ayudante Municipal del pueblo de San Antonio y manifestó: que como hombre honrado y fiel al partido á que voluntariamente se ha adherido para postular al Sr. Ingeniero Patricio Leyva, para Gobernador del Estado, ha creído de su deber comunicar á esta Mesa el hecho que en seguida pasa á relatar, por creerlo de muy importante trascendencia, por lo cual muy espontáneamente y protestando decir verdad, declara:
Que hoy en la tarde como á las cuatro se presentó en el pueblo de San Antonio, el gendarme número 29, quien encontró al que habla cerca de su casa y le dijo que el Sr. Jefe Político lo llamaba: que en seguida acudió á ese llamado y habiéndose presentado, el C. Jefe estando solo con el exponente, en el despacho de la oficina, le dijo: ¿Qué tal van esas elecciones? A lo que contestó el interpelado que bien. Que después de haberse enterado el Sr. Jefe de que el pueblo de San Antonio trabajaba por la candidatura del Sr. Ingeniero Leyva, contestó á Bello que no debían meterse en eso, porque ya Don Porfirio Díaz dispuso que sea el Señor Escandón, y que viniendo este señor, hasta Yucatán irán á parar todos y usted será el primero.
Por otra parte, qué es lo que le han visto Uds. al Sr. Ingeniero Leyva, para quererlo de Gobernador? Cuando el Gral. Leyva fué Gobernador de aquí se portó muy mal, pues á los de Santa María les quitó sus montes é hizo muchas atrocidades, y, por consiguiente, el hijo tiene que ser igual al padre y vendrá á quitarles á Uds. sus tierras, sus aguas y hará otras cosas para enriquecerse, pues ahora no es más que un simple Ingeniero.
De suerte que vaya Ud. (siguió diciendo el Jefe á Bello) y desbarate el Club que ha organizado para el Sr. Leyva. A lo que repuso Bello que él no podía ni debía hacerlo, que en tal caso se lo ordenara al Presidente de ese Club para que lo hiciera. A lo que replicó el Jefe: Pues Ud. lo sabe, piénselo bien. Los electores que salgan á favor de Leyva NO TIENEN DERECHO A VOTAR.
El mismo Bello dice que al manifestarle el Señor Jefe que el General Díaz había dispuesto ya que el Sr. Escandón ha de ser el Gobernador, agregó: DONDE MANDA CAPITÁN NO GOBIERNA MARINERO.
En este acto, repite el expresado C. Fermín Bello, declara que de su libre y espontánea voluntad da este paso en cumplimiento de sus deberes de ciudadano honrado fiel á sus convicciones, pues este hecho lo considera como un atentado contra las garantías individuales y el derecho de sufragio, y por lo tanto lo hace cumpliendo con lo que su dignidad le aconseja.
Con lo que terminó el acto del que se levanta la presente que previa lectura, firmaron todos los presentes.
Fermín C. Bello, Pedro Arias, Teodoro Arias, Joaquín Bello, Noé Sánchez, Santiago Aguilar, Adán Neri, José Cleofas López, Rafael González, Camilo E. Ávila, Benjamín Escalante, Marcelino Disciplina, Mauro Torres, Martín Sosa, A. Silva, Román Solórzano, Camilo Salas, Porfirio Bastida, Agustín Guadema, Emiliano Zapata, Beneficio Rendón, Ignacio Heredia, Eduardo López, Félix Romero, Herlindo Salazar, Pedro Orihuela, Félix López, Gonzalo Bastida, Francisco Sánchez Herrera, Vice-Presidente, Catarino Reyes; Presidente, Antonio Sedano, Pantaleón Salinas, Abraham Vargas, Manuel M. Betanzos y Francisco Sánchez.
Con este testimonio se advierte que los fraudes electorales son parte de la historia política de Morelos, quizá sea este la primer denuncia documentada en 1946, “la tradición se alimenta”, el Partido Obrero Morelense postuló a Rubén Jaramillo como candidato a gobernador, la campaña se sustenta en la exigencia del zapatista del retorno a las reformas agrarias impulsadas durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, logra grandes movilizaciones, según sus biógrafos, una dosis de represión y el fraude electoral impulsado desde el gobierno se impone a Ernesto Escobar Muñoz, en 1952, desde el PAOM y vinculados a escisión priista de Miguel Henríquez Gustas, crean la esperanza de rescatar las reformas sociales de 1940, crece la represión y se vuelve a imponer al candidato priista Rodolfo López de Nava.
El Partido Acción Nacional se fundó en Morelos el 5 de diciembre de 1942, en la Arena “Fray Nano”, ante 300 simpatizantes que fueron convocados a integrarse desde el cuadrilátero, por Guillermo Gómez Arana. Ese partido desde su fundación denunció los fraudes electorales en cada proceso, del 23 de febrero en Cuernavaca, el candidato a la presidencia de las república Luis H. Álvarez, señaló: “Hemos dicho que no es legítima no está de acuerdo con la Constitución no con los principios e ideales democráticos, la existencia de un partido oficial que no es sino el gobierno mismo disfrazado para fines de violación electoral, que es ilegítimo e inmoral el empleo del poder, de los recursos económicos y administrativos y de los numerosos medios de compulsión y de propaganda que el poder tiene, para fines partidistas; que el gobierno en todas las escalas de su jerarquía, tiene el deber primario y elemental de ser imparcial en las contiendas electorales: es patente para todo México, que no solo no cumple ese deber de imparcialidad sino que en esta campaña, con una exhibición lamentable, todas las autoridades están usando los fondos públicos, los recursos administrativos, los medios de difusión, todos esos elementos de compulsión económica y psicológica de que la autoridad dispone, a favor de los candidatos oficiales”
El reclamó del abanderado panista continuó, “¿Está el gobierno dispuesto a dejar de disfrazarse del partido? ¿Está dispuesto a no seguir poniendo los recursos de la autoridad al servicio de los candidatos oficiales? ¿Está dispuesto el gobierno a cumplir verdaderamente su deber básico y elemental de imparcialidad?, todas estas cuestiones son absolutamente esenciales y del más grave e inaplazable interés nacional: Las hemos recogido del pueblo mismo: Expresan las exigencias unánimes y justificadas del pueblo de México y las promesas mejores y más solemnes de la revolución. Es inútil que el gobierno y sus propagandistas traten de decir que platear estos temas con el pueblo es insultante. Todo México está ya cansado de que se haga de ellos simple motivo de demagogia y de irrisión. ¿Qué contesta el gobierno, su jefe y sus candidatos?
En 1964, Ignacio Barrón Campos, fue candidato a diputado federal por el primer Distrito por el PAN, denunció ante la comisión dictaminadora del Colegio Electoral que fue víctima de fraude por parte del candidato del PRI Gonzalo Pastrana Castro, según los resultados en aquella elección el PRI logró 55 mil votos, y el PAN 5 mil, entre los señalamientos destacan: “Hubo presión absoluta en todas las casillas, haciendo renunciar a sus derechos a mis representantes, especialmente en el municipio de Zacatepec, en la casilla 178, estuvo apunto de ocurrir un hecho sangriento, cuando uno de los representantes priistas dejó ver la pistola a mi representante para amedrentarlo y amenazarlo, hay constancia de eso en un acta levantada y que consta en el expediente”.
En esa misma elección en candidato panista por el segundo distrito federal, Delfino Gómez Pacheco, también denunció ser víctima de fraude electoral por parte del candidato del PRI Antonio Pliego Loyola, y estableció: “Durante las elecciones del 5 de julio se permitió en las casillas la votación sin que se identificara plenamente a cada elector como lo establece la ley como consta en el anexo 1 de la casilla 47 sección 13 de Cuautla, negándose a firmar la protesta, también se permitió la votación de electores con credenciales ajenas como lo aprueba el hecho en la casilla 39 de la sección 5 de Cuautla, en que una persona de sexo masculino votó por él y por la que dijo ser su madre con la credencial número 171075 a nombre de Reyes García Nicolaza. En algunas casillas, los priistas no se dieron cuenta que solamente las cédulas de votación para senadores estaban utilizando y que éstas se terminaron a las 13:15 horas en Anenecuilco, en la casilla 19 sección 3 de Villa de Ayala, la maniobra la realizaron maestros priistas, en Tlalquitenango, asegura que las credenciales 10718, 10703, 10702, 10704, 10705 y 10712, pertenecían a soldados que las habían dejado encargadas para votar, lo mismo que las de Agüero Vivas Manuel, Damián Chino Rodolfo, Vega Burgos Abel, Rabadán Bahena Altagracia, Ramírez Salcedo Delfino, Mercado Mata Marcelino, García Rodríguez Jesús, Nava Zúñiga Vidal, Cruz Flores Epifanio, Domínguez Bellón Elpidio, Quiroz Rosales Juvencio, que no pertenecían a la casilla donde se les permitió votar, así como Aldres Flores Jaime, con la credencial 135903, que también votó con la credencial 135958 a nombre de Reyna Martínez González, quien dijo era su esposa”.
En 1988 durante el proceso post electoral de la jornada federal, cuando en Morelos Cuauhtémoc Cárdenas venció a Carlos Salinas de Gortari, por más de 100 mil votos, el PRI negoció con el Frente Democrático Nacional, la entrega de 2 de los 4 distritos federales electorales, de Morelos, para que se reconociera el triunfo del abanderado presidencial, negociaciones similares se realizaron en otras entidades, donde el ex priista había triunfado.
Según el ex presidente del Partido de la Revolución Democrática, Julián Vences Camacho, en 1994, durante la elección federal el general Jorge Carrillo Olea, gobernador de Morelos, decidió impulsar a Javier Alvarado Ibarez, candidato a senador panista, para que éste quedara como primera minorías y así evitar que Vences Camacho arribara a la cámara alta, como abanderado en la primera posición de la fórmula perredista, en una más de las negociaciones para concretar un fraude electoral.
El doctor Daniel Montero Cendejas señala que la judicialización de la democracia, cuando un candidato gana sin ganar por la vía del resultado que es el procedimiento democrático y lo logra ante la autoridad electoral y tiene que ir a la corte, esa autoridad electoral ya fue superada es complejo, el proceso debe perfeccionarse y lograr que la elección se concluya el día de la elección y se sustente en la confianza y la civilidad.
Considera riesgoso los caudillismos, México es más, ya nuestra historia contemporánea, nos muestra el camino de la razón de estado, que se le ha olvidado al estado, que el destino es el beneficio y la justicia social, la construcción de una sociedad justa digna e igualitaria, el llegar a las manifestaciones del hartazgo, son síntoma de la debilidad del gobierno, de la perdida del estado de derecho y de la confusión de un gobierno la respuesta está en encontrar las opciones más viables, cuando a través de la congruencia y el desempeño se arribe al gobierno. Eso genera elecciones legales y legítimas.
HISTORIA DEL SENSACIONALISMO
Durante los últimos años, las expresiones sensacionalistas han ganado espacio, algunos estudiosos de la comunicación advierten en esa tendencia la razón principal de la perdida de lectores, radioescuchas, televidentes y credibilidad de los medios tradicionales de comunicación, la nueva generación se a vinculado a la información a través del internet, que no es sometida a ninguna clasificación, el sensacionalismo fue desarrollado con éxito en Estados Unidos a principios del Siglo XX, en la última década a ganado terreno al sur del Río Bravo.
José Luis Jaques Balderrama, catedrático de la Universidad Autónoma de Chihuahua y doctor en ciencias de la información por la Universidad de la Laguna, España, asegura que la historia del periodismo amarillo es la historia de la vida periodística de William Randolph Hearst, hijo único de un pionero que había descubierto unas riquísimas minas de plata en California: George Hearst, quien cansado de los negocios, decidió meterse a la política y con ese fin compró en 1880 el diario San Francisco Examiner. Al joven Willie le interesó vivamente el periodismo, pero su padre quería otro futuro para él y lo envió a estudiar a Harvard.
Sin embargo, no pasó del segundo año, pues lo suspendieron después de ser autor de unas caricaturas de todos los profesores que aparecieron decorando el interior de ciertos recipientes en los dormitorios de los alumnos.
Para entonces sentía tremenda atracción por las técnicas sensacionalistas que el general Taylor aplicaba en su periódico Boston Globe y por los procedimientos usados por Pulitzer que estaba al frente del The New York World (donde Willie trabajó en sus vacaciones).
Siguió insistiéndole a su padre para que lo pusiera al frente del Examiner, oportunidad que tuvo cuando su padre fue elegido senador por California en 1887.A los 24 años, con escasa formación intelectual y muchas ideas recogidas de los periódicos de más éxito en el Este, se convierte en director. Desde luego, este tipo de periodismo en el Oeste, hizo que en un año, con menos de 15 mil ejemplares, llegara a los 30 mil y en seis años a los 72 mil.
Primero formó un equipo de colaboradores seleccionados de las plantillas de otros periódicos, pagándoles sueldos fabulosos. El "interés humano" cultivado por los redactores del Examiner en sus tristemente fabulosos artículos "de amor y odio" desplazaba a páginas interiores y lugares perdidos a las noticias realmente importantes para dar paso a detallados relatos de toda clase de delitos, que muchas veces no habían sido cometidos más que en la imaginación del redactor. En el plano técnico introdujo reformas revolucionarias: titulares descomunales e ilustraciones generalmente de muy mal gusto, marcaban el tono del periódico en su nueva época.
George Pancoast fue el director técnico de todo esto y con su influencia llegó a modificar la fisonomía del periódico norteamericano. No todo era malo: Hearst y sus colaboradores realizaron notables descubrimientos en el campo de la tipografía y de la confección del periódico, experimentaban con los tipos en las cabeceras, con los títulos y con los pies. Transformaron radicalmente la primera página. El resultado fue un periódico técnicamente ágil, fácil de leer y atractivo por su esmerada y llamativa confección.
A partir de sus diarias excursiones al mundo de lo inexplorado en el resbaladizo terreno del crimen y del vicio, el periódico ofrecía una nutrida sección de noticias locales, nacionales e internacionales, reseña de los acontecimientos artísticos y culturales, y una página dedicada a la alta sociedad de San Francisco y leída por los estratos sociales y otros entretenimientos de interés general.
Pero Hearst tenía una sola ambición: llegar a la estatura de Pulitzer y para ello se dirigió hasta Nueva York donde compró, con su fortuna y bajo la autorización de su madre, el diario Morning Journal (sin el prefijo Morning) y Hearst empezó a comprar a los colaboradores de Pulitzer. Su jefe de redacción, Morril Goddard, fue el primero en pasarse mientras que el Journal utilizaba todos los resortes del sensacionalismo más morboso para alcanzar al World.
Dentro del World había un personaje muy popular, un niño travieso y desdentado cuyo vestido amarillo le valió el mote de Yellow Kid, su creador, el dibujante Outcanlt, se había pasado al Journal mientras que el World encontró otro dibujante para que siguiera con el personaje.
Las disputas sobre el Yellow Kid como símbolo del sensacionalismo de Hearst y Pulitzer llevaron el nombre de periodismo amarillo. Su característica el absoluto desprecio a la objetividad. "Había que presentar las noticias en forma que fuesen entendidas y atrajesen la atención de la gente a quien estos periódicos iban dirigidos, por supuesto, no el grupo más culto".
“Mientras otros hablan, el Journal actúa”. Slogan que se puso de moda entre las clases bajas de quienes Hearst conocía sus bajos deseos y apetencias morbosas, aquí varios titulares: “El misterioso asesino de Besie Little”; ¿Qué hizo de él un ladrón? “Cosas extrañas que las mujeres hacen por amor”; “Excitante confesión de un asesino que ruega ser colgado”.
Hearst procuraba que sus reporteros, con una agilidad informativa poco corriente en aquella época, estuviesen siempre donde sucedía y podía suceder algo importante. Cuando ello no ocurría, la solución era recurrir a la provocación del suceso o suplir con la fantasía de sus redactores lo que la realidad no proporcionaba.
Así fue como provocó la guerra de Estados Unidos contra España, tergiversando las noticias sobre la insurrección y haciendo uso de las técnicas de moldeamiento de la opinión pública al alcance del periodismo amarillo, atacando la sensibilidad y el sentimiento norteamericano y creando una psicosis de guerra. Si la batalla contra el World había explotado al máximo los recursos del vicio y del crimen, se necesitaba ahora otro aliciente: una guerra.
Hearst mandó a sus “corresponsales”, cuyas crónicas se caracterizaban por las exageraciones y nada de objetividad. Efectivamente, en pocos meses crearon los corresponsales una predisposición a la guerra contra España que alcanzó su clímax con el misterioso hundimiento del barco Maine, donde murieron 266 marinos norteamericanos. Hearst acusó a España.
Godkin, director del Evening Post, dijo: "Es una vergüenza clamorosa que hubiese hombres tan dispuestos a producir tal descalabro sólo por vender más periódicos". Pero Hearst ya tenía muchos seguidores. Anunció con grandes titulares "La destrucción del Maine fue obra de un enemigo", asegurando que oficiales de la marina creían que la explosión había sido producida por una mina española. En dos recuadros en primera página anunciaba un concurso para la caza y captura del causante del ultraje ofreciendo un premio de 50 mil dólares.
Otro de los titulares fue "Guerra segura" para el que se tuvo que fabricar un tipo de letra donde las dos palabras cubrieran de uno a otro extremo la primera plana. Durante los cuatro meses que duró la guerra, Hearst sólo obtuvo pérdidas: hubo veces en que sacó 40 ediciones en un solo día y era un gran esfuerzo hacerlas aparecer diferentes. En cáusticas editoriales abogó por la destrucción del trust, antes de que él hubiese formado el suyo; por la nacionalización de las minas de carbón –pero no así las de plata-, de los ferrocarriles y de las líneas telegráficas de las que no era accionista, y por la formación de unos sindicatos fuertes, pero mucho antes también de que sus propios empleados se declarasen en huelga...
Después de la reelección de Mckinley, el mismo Hearst escribió un editorial en el Journal en el que decía: "Si los malos hombres no pueden ser suprimidos más que por la muerte, la matanza ha de ser hecha". Unos meses más tarde, Mckinley fue asesinado por un anarquista y fueron muchos los que recordaron el insultante cuarteto y los provocadores editoriales del Journal. Como solución, Hearst consciente de la tormenta que se avecinaba, cambió el nombre del periódico, que desde entonces se convirtió en el American. De esta forma consiguió crear la confusión y, en 1903, cuando ya las críticas contra sus actividades antipresidenciales habían sido olvidadas, Hearst, que como su padre tenía también ambiciones políticas, presentó su candidatura y fue elegido representante en el Congreso por uno de los distritos de Nueva York.
Hearst nunca dejó las andadas, creó la agencia International News Service después desprestigiada por plagiaria, era condenado en público y en privado pero su fuerza radicaba en sus posibilidades económicas. En 1919 muere su madre y queda con más de 150 millones de dólares que le permiten extender su imperio. En 10 años contaba con 400 periódicos a su servicio y las agencias INS, Universal Service y el King Features Syndicate. La crisis de su imperio vino después de la depresión de 1929. Tuvo que cerrar muchos periódicos y para 1950 la cadena contaba sólo con 16 diarios, el King Feature y la INS, ocho estaciones de radio y dos noticieros cinematográficos hasta 1951, cuando murió.
Vivía costosísimamente, rodeado de caprichos y placeres. La extensión de su “rancho”, como le llamaba, era algo menos que el estado de Rhode Island, tenía tres palacios para invitados y un castillo, un ferrocarril particular y un pequeño aeródromo, dos piscinas, una armería y zoológico, además de una colección artística de extravagancias que le había costado 40 millones de dólares, como momias egipcias, una abadía española, castillo en Gales, sillería de oro. Después de su muerte sólo el menor de sus cuatro hijos, William Randolph Hearst Jr. tomó las riendas del imperio que se dividió entre los cuatro hermanos.
John dirige las revistas, David es director de Los Ángeles Herald y Express, y el chico se quedó con ocho de los dieciséis que quedaban, cuya política es ahora evitar toda falta de objetividad en la redacción de las noticias.
En Morelos, la introducción y el contenido de un importante número de programas radiofónicos y televisivos de corte informativo, así como la portada de varias publicaciones impresas es catalogada como sensacionalista por estudiosos de la comunicación, lo que provoca en los procesos electorales el voto del miedo, que el profesor de ciencias políticas de la Universidad de Guadalajara Gabriel Torres Espinosa describe como: “La prueba fehaciente de que no se está dispuesto aceptar los resultados de una competencia electoral muy estrecha, donde el vencedor gane por pocos votos y el derrotado abrace la posibilidad de remontar la derrota en los tribunales apelando a supuestos fraudes”.
Agrega que cuando constantemente se quiere etiquetar a “buenos y malos” en las elecciones, entonces entramos a la lógica de la descalificación, aquella que trata de imponer la visión del renacimiento del país (con los “buenos”) y la derrota de los “malos” a través del “mesías” del cambio que salvará a esta nación de la podredumbre de los corruptos; en esta lógica se olvida que en todos los partidos y gobiernos existe gente corrupta.
Debemos entender que en la democracia no hay “buenos” ni “malos”. Por el contrario, existen diferentes propuestas y candidatos que a los ojos de quien lo observe pueden parecer más o menos viables para ocupar los cargos públicos de gobierno que están en juego, así que al emitir el voto no debemos tener miedo. Concluye.
Los espacios sensacionalistas cuentan con apoyos financieros gubernamentales, considerables, en tanto que las lecturas infantiles están fuera del alcance de las clases populares porque su impresión, distribución, exhibición, promoción y comercialización es a través de empresas privadas que pagan impuestos y no cuentan con subsidios.