Ayer, Ramírez Garrido Abreu se reunió con pastores de la Alianza Evangélica de Morelos, a quienes les pidió oren por él como próximo gobernante de Morelos y porque le vaya bien a su administración.
“No dejen de orar por mí y por mi familia, porque además de que ya me estoy cuidando más porque el desafío es grande, sé que ustedes con sus oraciones me protegen”, manifestó.
En el encuentro, el gobernador electo explicó que el Consejo Ciudadano estará representado por un presbítero católico, así se lo solicitó al obispo de Cuernavaca, Alfonso Cortés Contreras. Asimismo, garantizó que en la Dirección de Asuntos Religiosos se colocará a una persona cercana a la Alianza Evangelista.
“Nunca habrá una religión oficial o nunca vamos a confundir el derecho de todas y todos a expresarse con libertad porque es un derecho de todas las personas, pero no vamos a confundir al gobierno tampoco con las visiones religiosas porque estaríamos excluyendo aquellos que no tienen ninguna decisión de carácter religiosa, por lo tanto vamos a respetar a todas y a todos”, aseguró.
Dijo que su primer desafío tras tomar cargo de mandatario estatal, será el problema de la seguridad pública que vive el estado, sin embargo, reiteró su plan de prevención y combate con la instalación de cámaras de video vigilancia y la instalación del Centro Estatal de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C-4).
“Con la fe que ustedes tienen, no voy a dejar de actuar por cobardía o complicidad, no tendré ningún titubeo contra la inseguridad”, manifestó Graco Ramírez Garrido Abreu.
Añadió: “Mi misión es servir y ser ejemplo porque desde muy joven combatí las malas prácticas en el gobierno y los abusos de los gobernantes, voy a hacer todo aquello que yo soñaba, que quería que hicieran los gobernantes: servir, trabajar por la gente y cambiar la vida de muchos. Trabajaré porque la gente viva feliz, en paz y ejerza su libertad”, mencionó el gobernador electo.