Es por demás obvio que en ambos casos, los beneficios pero también los conflictos, serán heredados por la siguiente administración; no puede esperarse, desde nuestra perspectiva, al arranque de la función que marca la Constitución el 1 de octubre para involucrarse en el tema porque ello sería tan grave, como si la actual dejara correr el tiempo sabedora de que no verá los frutos de sendas obras.
Tan importante es el tema de abatir la inseguridad como el avance y desarrollo de Morelos. Para el primer tema, fundamental para el sexenio de Graco Ramírez y de nuestra sociedad, ya han existido por lo menos 4 reuniones conocidas: con los secretarios de Gobernación, Seguridad Pública y Defensa Nacional, así como con el Gobernador Constitucional
Para los asuntos de Tepoztlán y Huesca, por parte del gobierno en turno los intentos de negociación han sido infructuosos; la ampliación del camino de cuota -mal llamada autopista- ha sido eterna y por tramos; prácticamente está culminada en la extensión Cuautla – Oacalco, pero su continuación no solo es necesaria, debe ser considerada como un tema de seguridad ante el alto número de muertes ocasionadas por accidentes automovilísticos.
Además es de considerarse el alto costo económico que trae consigo la saturación del tráfico, al convertirse en un cuello de botella frente a la importante ampliación que prácticamente se extiende hasta Veracruz. Lo cual hace evitar la ruta por aburrimiento, tedio y peligrosidad a muchos.
Sobre Huesca el asunto ha tenido diferentes momentos; desde el proyecto planteado por el Gobernador, el respaldo del Presidente de la República, la licitación para otorgar la obra, la visita a España a la planta de la empresa triunfadora, y ahora la reacción en negativo de un importante número de comuneros que advierten su afectación.
En Huesca es patente la desinformación –se sienten engañados por grupos oportunistas- y ante ello, es urgente no solo la relación directa de autoridades formales y de quienes pueden formar parte de próximo gobierno. Nos oponemos a la compra de conciencias o de liderazgos, no es un asunto de dinero sino de sensibilidad y desarrollo; no es bueno por el avance económico sino por el beneficio social.
El gobierno de izquierda que se acerca sabe y de sobra de estos temas; ante ello es de exigirse su involucramiento en ambos temas. No gratuitamente el Gobernador Electo, en ese entonces Senador de la República, fue impulsor y gestor para obtener los recursos federales para el trascendente proyecto en la zona oriente.
Se lleva a cabo un proceso de transición en paz y en orden –así se siente hasta el momento- y éste se vería fortalecido si desde ahora se genera un trabajo en conjunto en los temas que significarán un conflicto social; un buen trato en equipo desde ahora, podría ser sinónimo de un arranque pacífico y fructífero para Graco Ramírez.