Bajo este contexto y ante algunos llamados a no votar por el bajo perfil político que tienen algunos de los políticos que aspiran a ser nuestros gobernantes, el funcionario federal señaló: “resulta peligroso que en una democracia se llame a no votar, porque ¿y luego, qué sigue? Creo que Morelos, y lo sostengo, sí hay agravios, los ciudadanos no están conformes con el accionar de algunos políticos, pero el camino válido y legítimo en una democracia es ir a votar. Lo que debemos de hacer, es buscar la forma para que los ciudadanos participemos más y no sólo en el tema de ir votar, sino en la toma de decisiones para la implementación de políticas públicas que beneficien a los ciudadanos”.
Por ello, el hecho de que se llame a no votar, dijo, tiene sus riesgos. Ya que con uno, dos, cinco, cien o mil votos, es decir con una participación reducida, va a ganar una persona, a la cual se tendrá que legitimar porque así lo decidieron esos pocos ciudadanos.
Por ello, señaló, “si ese llamado a no votar (y espero que no tenga éxito), de cualquier manera con el número de votantes, va a ganar alguien. Habría que preguntarse a quién beneficia esa acción de no votar porque finalmente habrá elecciones, habrá un triunfador y si llaman a no votar, se beneficiará a los partidos que tienen voto duro y el mayor número de recursos para hacer campaña; y entonces si fuera así, eso complicaría por un lado las cosas y le facilitarían el triunfo a una persona con pocos votos”.