El representante de Morena, en la elección por esta capital, señaló que hay algunos factores que pueden "ensombrecer" esta etapa, entre ellos la posibilidad de que se convierta en una "elección de Estado", pues el Partido de la Revolución Democrática hoy en el poder "buscará hacer de todo para ganar sobre todo en el Congreso que es donde se finca la gobernabilidad y eso lo podemos ver en la precampaña con la gran cantidad de anuncios espectaculares y de otros medios".
Apuntó que otro de los factores que caracterizan a esta campaña, es que se realiza en medio de condiciones lamentables de inseguridad, lo que desde su punto de vista, demuestra que no ha funcionado el Mando Único, por lo que opinó que "los candidatos podríamos sufrir atentados, esperamos que no sea así, pero sí existe el riesgo, ya lo vimos".
Cuestionado sobre si en lo personal adoptará alguna medida de custodia, respondió: "no tiene caso porque si alguien pretende tomar mi vida", por qué tendría que contar con un séquito de guardaespaldas como algunos funcionarios estatales.
Por otro lado, dijo estar consciente de que otro factor contra el que tendrán que luchar en esta contienda, es el descrédito que tienen los políticos en general a la vista de la población.
En este sentido, comentó que ya hizo el compromiso público contra la corrupción, al denunciar que en la administración municipal se auto aprobaron los integrantes del Cabildo gastos elevados, como se observa en la cuenta pública del 2014 en la que se asignaron 94 millones de pesos para cuestiones políticas, no operativas, lo que en promedio significa alrededor de 270 millones de pesos en un año gastados sin justificación del erario público.
El aspirante a la presidencia municipal detalló que Cuernavaca tiene un presupuesto anual de poco más de mil 420 millones de pesos, “pero el derroche y la corrupción de malos políticos mantienen a la ciudad con una deuda que supera los mil millones”.
Iragorri Montoya se comprometió a hacer una mejor administración del municipio, acabando con la duplicidad de funciones y diversos lujos de los funcionarios que han mermado las finanzas de la ciudad.
Consideró que una contraloría social sería la solución, para evitar actos de corrupción, para que sean las y los ciudadanos los que vigilen la aplicación de los recursos.
“Vamos a administrar bien a Cuernavaca. Propongo la creación de una contraloría social para que ciudadanos interesados vigilen de cerca al gobierno municipal, cada mes haré público cuánto dinero ingresó a las arcas municipales y cómo se gastó. No habrá nóminas secretas ni ‘moches’ en los contratos”, aseguró.