En rueda de prensa en la catedral anglicana, manifestaron su desacuerdo con la iniciativa de ley aprobada por el Congreso del Estado acerca de los "matrimonios igualitarios", y dejaron en claro que se tiene "un sincero respeto por todas las personas sin importar sus creencias y convicciones”.

También convocaron a las autoridades a que se realice un plebiscito para que la ciudadanía opine sobre el tema y decida si es viable, al destacar la importancia de que los diputados del Congreso "verdaderamente nos representen con un mejor fundamento al decidir sobre este tema tan importante"; pidieron que se respete “el modelo nuclear de la familia, hombre con mujer”.

La Asociación Interreligiosa está conformada por la Convención Regional Bautista, Diócesis de Cuernavaca, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la Iglesia Nacional Presbiteriana, la Diócesis de Cuernavaca de la Iglesia Anglicana de México, la Iglesia de Dios (7º Día), la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la Alianza Ministerial Evangélica y el Patriarcado Copto Ortodoxo en México.

En entrevista, Mauricio Fernández Pardo, representante del Consejo Interreligioso del Estado de Morelos, refirió que como asociación religiosa están a favor de la familia, al tiempo de señalar que la referida iniciativa de ley aprobada por el Congreso del estado está “atentando contra el vínculo de la familia nuclear, lo que afectaría desde luego a la cuestión social e incluso económica y moral en nuestro estado”.

De igual modo, apuntó que solicitan que los regidores “tengan un voto de conciencia y no se apruebe dicha iniciativa en cabildo”; además, insistió en la necesidad de que se realice el plebiscito ya que “si bien los diputados nos representan, no son los que toman decisiones por la ciudadanía: somos miles los que estamos a favor de la familia: padre y madre”, recalcó.

Resaltó también el hecho de que el plebiscito es el derecho constitucional de ser tomados en cuenta como ciudadanía y al respecto refirió que únicamente el dos por ciento de la población en México tiene una preferencia homosexual, mientras que el 98 por ciento lo representan personas que creen en la familia como el vínculo de un hombre y una mujer: “no podemos concebir o aceptar que por un dos por ciento se haga toda una modificación de ley en cuestión de cultura, médica y de educación”, afirmó.

Indicó que se atenta principalmente contra el principio de la familia, pero primordialmente contra el derecho superior del menor de que, además de tener educación y salud, el niño pueda contar “con un ejemplo sólido de moral y de ética, que lamentablemente se vería trastocado”.

También hizo mención de que “hoy por hoy, el nivel de violencia en nuestro estado es muy alto y se debe a la descomposición del núcleo familiar; a los gobernantes lo que les corresponde es proveernos seguridad, salud, educación y una certeza económica: les pedimos respeto, que se haga el plebiscito y que nos escuchen como ciudadanos y como sociedad organizada”.

Aclaró que “pareciera como si los que profesamos alguna fe somos intolerantes, luego entonces homófobos. No es así. La misma palabra habla de repudio, temor y de rechazo. Y no lo es porque como personas que profesamos un credo les acompañamos; no somos una comunidad homófoba porque nuestro tema no es en contra de los homosexuales, sino en el respeto de la familia como núcleo social”. Finalmente, aseveró que “esto un asunto político, en donde nuestro mensaje es contundente y directo a nuestro gobierno, a los que hacen leyes y a los que nos representan: tómenos en cuenta como sociedad y nosotros vamos a fortalecerla desde nuestra trinchera, desde nuestro quehacer religioso”, e hizo un llamado a los ciudadanos y a los funcionarios de gobierno de todos los niveles para que fomenten medidas designadas a fortalecer la familia y mantenerla como la unidad fundamental de la sociedad.