La reforma al artículo 121 de la Constitución local equivale a la privatización de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), consideró Iván Martínez Duncker, director del Centro de Investigación en Dinámica Celular de la máxima casa de estudios, quien sostuvo que la privatización pretende ejecutarse a través de la intervención de la estructura del gobierno universitario, “estructura que al día de hoy emana de la comunidad universitaria y que rinde cuentas no sólo a ella sino a la sociedad en su conjunto a través de múltiples mecanismos, incluyendo auditorías”.
Señaló que la reforma que impulsa el Congreso local no responde a transparentar el uso de recursos, lo que pretende –dijo- es que la UAEM y el pensamiento de la comunidad universitaria, queden sometidos al servicio y designios de los intereses políticos y económicos de un grupo político, tal y como ocurre con la Comisión de Derechos Humanos de Morelos y el Instituto Morelense de Información Pública y Estadística.
“Ante tal escenario de agravio nacional a la universidad pública y autónoma, el gobierno de Morelos se configura en el otro, en la antítesis del nosotros, de la sociedad que busca el humanismo, la educación, la democracia, la justicia, la paz y la prosperidad. El nosotros más consolidado en nuestra sociedad se halla en el crisol universitario, en la UAEM y se sustenta al día de hoy en su autonomía”.
En ese sentido afirmó que sin autonomía universitaria no hay “nosotros”, sin autonomía el “otro” se convierte en el todo, en el poder absoluto, en la tiranía. “Estoy convencido que la UAEM debe trabajar junto con el gobierno ¡qué mejor! Pero, siempre y cuando el gobierno trabaje por el bien común, de otra manera no lo podemos hacer, y más allá, no lo debemos permitir”, afirmó.
Martínez Duncker puntualizó que el “nosotros” es la brújula moral de la UAEM, que conduce el poder del libre pensamiento, de su generación, aplicación y difusión al servicio de una mejor sociedad que tanto deseamos en Morelos. “Las ideas en la universidad pública y autónoma se debaten y se configuran en propuestas académicas, científicas, transparentes, criticables, siempre generosas y enfocadas a mejorar el mundo. La génesis y debate de las ideas se da de manera plural y protegida en el espacio universitario, autónomo y público. No hay ningún otro espacio con tales características que lo haga con tal humanismo, magnitud y trascendencia. La UAEM es, en toda la extensión de su significado, un santuario del conocimiento y de los ideales de la sociedad morelense”.
El también integrante de la comisión de científicos de la UAEM en el caso de las fosas de Tetelcingo, advirtió que la UAEM está a un voto de su aniquilación, por lo que consideró que a todos nos toca, señaló, defender a la UAEM. “Es una decisión profundamente ética que responde a nuestra identidad, que afectará nuestro presente y definirá nuestro legado”.
Por último, confió en que los universitarios que desempeñan cargos de alta responsabilidad dentro del gobierno del estado, como la secretaria de Educación y el secretario de Desarrollo Sustentable, también se asuman como “nosotros” y defiendan públicamente la universidad y la autonomía universitaria que los forjó, “estoy seguro que la comunidad universitaria que los espera al término de sus cargos, se los reconocerá”.