Dicho convenio fue firmado por titulares y representantes del Instituto de la Mujer en Morelos, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), el Congreso local y el Tribunal Estatal Electoral (TEE). Con ello Morelos se convierte en la entidad número 12 del país, en contar con este mecanismo para fortalecer el avance de las mujeres en el ámbito político.
Lorena Cruz Sánchez, directora del Inmujeres, apuntó que en Morelos apenas se llega a un 20% de espacios ocupados por mujeres en el Congreso y 18% en ayuntamientos. Lamentó que en el territorio nacional es evidente que cuando una mujer llega a puestos de elección hay reacciones negativas, que llegan al acoso, a la violencia política y en casos extremos al asesinato. Destacó el homicidio de Gisela Mota Ocampo, quien fuera alcaldesa de Temixco, asesinada un día después de haber iniciado su gestión.
La funcionaria federal calificó como “tonta” la pregunta que todavía se hace repetidamente de “¿dónde están las mujeres preparadas o capacitadas para poder gobernar?”, cuando en Morelos y en México las mujeres representan al menos el 50% de la población.
Lo que se requiere es la unión entre el Estado y las organizaciones sociales para generar la infraestructura y las políticas públicas que permita a las mujeres participar en espacios de decisión y gobierno.
Por su parte, Francisco Hurtado Salgado, presidente del TEE, señaló que hace falta establecer políticas para impulsar la paridad de género en espacios de toma de decisión, no sólo de forma cuantitativa sino cualitativa.
Finalmente Trinidad Gutiérrez Ramírez, representante de la sociedad civil, aseveró que aún cuando hay avances legislativos, en los hechos las mujeres que ocupan puestos públicos enfrentan agresiones que implican violencia política.
Refirió que se les violenta con prácticas que impiden su función, como el no dejarlas intervenir en cabildos; les restan personal que colaboran con ellas, o les niegan información; son acosadas sin percepciones y algunas han sido víctimas de delito al hacerlas firmar en blanco cartas poder.
Señaló que en este alarmante contexto, es necesario ayudar a contribuir a construir otras condiciones donde las mujeres pongan en práctica sus capacidades para solucionar los diversos problemas de su municipio, del estado y del país.