Cuernavaca, Morelos.- Las empresas que construyeron el Paso Exprés en la autopista México-Cuernavaca entregaron la obra con irregularidades, por lo que se deben fincar responsabilidades en su contra, dijo Martín Curiel, dirigente nacional del sindicato de trabajadores de Capufe.
“He insistido en el que no maquillemos ni engañemos a la gente, no es correcto que se le esté tolerando a la constructora, que pensemos mal, que esto traiga como consecuencia que pensemos que hay arreglos abajo de la mesa derivado de algún porcentaje o qué sé yo que puedan estar aspirando a que les den o que ya les hayan dado y que de ahí venga esta tolerancia indebida hacia la empresa.
“Tienen que fincarle responsabilidades, tienen que cumplir cabalmente con el compromiso que se estableció, pero sobre todo cumplir con los daños patrimoniales que pudieron haberle causado a toda la gente que resultó afectada en este Paso Exprés”, dijo Curiel.
La obra a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha sido criticada pues a su paso dejó decenas de afectaciones a los habitantes de Cuernavaca.
Tuberías rotas, drenajes y coladeras llenas con escombro, deslaves, inundaciones, viviendas dañadas en su estructura, bardas colapsadas y hasta socavones son algunas de las afectaciones que la obra ha dejado.
Esta obra consistió en la ampliación de cuatro a 10 carriles del Libramiento Cuernavaca de la Autopista del Sol.
Durante el banderazo de inicio de los trabajos, el 24 de enero de 2015, el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, dijo que la obra sería concluida en 18 meses y que requeriría una inversión de mil 50 millones de pesos.
Sin embargo, los trabajos de ampliación de los cerca de 15 kilómetros de vialidad concluyeron en abril de este año con un costo de dos mil 200 millones de pesos.
Aunque el Paso Exprés fue inaugurado en abril de este año, trabajos adicionales, como la construcción de puentes peatonales y la reparación de drenajes y redes de agua potable que fueron afectadas por la obra todavía no concluyen.
Con el inicio de la temporada de lluvias el material de estas obras complementarias es arrastrado por el agua hacia las coladeras, lo que provoca inundaciones en calles y viviendas.
Cuatro de los 10 carriles de esta vialidad son confinados, es decir, están separados por un muro de contención y sólo tienen una salida y una entrada. Son usados por los automovilistas que buscan cruzar Cuernavaca del sur hacia la Ciudad de México y del norte hacia el Puerto de Acapulco.
Ni los carriles confinados ni los que son destinados al tránsito local cuentan con acotamiento, por lo que cuando los vehículos se descomponen deben permanecer varados sobre el arroyo vehicular.
Tampoco cuenta con carriles de incorporación a gasolineras o negocios asentados a la orilla de la autopista.
Actualmente los carriles confinados permanecen cerrados varios días de la semana pues nuevamente hay maquinaria pesada y trabajadores en ellos.
“La obra adolece todavía de muchas irregularidades, prueba de ello es que traen maquinaria en los carriles exprés para fresar y corregir algunas irregularidades que dejó la maquinaria que tendió el concreto hidráulico.
“Es urgente, no estamos viendo las cosas como son, no estamos pensando en que va a haber gente que va a perder la vida en algunos accidentes de carácter colectivo que se van a dar por la falta de acotamiento, es un tema que hemos abordado, urge, urge revisar todos los accesos, todas las incorporaciones a los carriles laterales, así como las salidas, urge revisarlas, hay que hacer algunas modificaciones de los carriles de aceleración y desaceleración porque ahí están las pruebas, tanto las defensas de salida, como de entrada están ya apachurradas, prueba de que ha habido accidentes ya en esos sitios”, dijo Curiel.
Incluso legisladores federales, encabezados por la diputada perredista Lucía Meza, preparan la integración de una comisión especial que investigue por qué las empresas contratadas por la SCT gastaron el doble del presupuesto asignado a esta obra y por qué no han reparado los daños ocasionados a cientos de familias que viven a un costado del Paso Exprés.