Productores acuícolas deberán hacerse responsables y colaborar en la recaptura y control de los más de 870 mil peces de especies exóticas, entre ellos la devoradora tilapia, que con el temblor del 19 de septiembre escaparon de tanques dañados, señaló el secretario de Desarrollo Sustentable Topiltzin Contreras MacBeath, quien informó que solicitó el apoyo de especialistas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos para buscar alternativas y mitigar el posible daño ambiental.
Con la ruptura de más de 230 tanques de granjas de peces de ornato, los organismos de especies exóticas invasoras salieron y podrían dañar a otras especies originales del estado. A la dependencia estatal le preocupa de manera notoria la presencia de ejemplares de las tilapias (Oreochromis spp.) y de pangasio (Pangasius spp.) o bagre, esta última considerada altamente invasora.
Explicó que eran criados en granjas de peces de ornato, pero escaparon y la mayoría de ellos muy probablemente serán alimento de otros animales y peces, pero destacó que en el caso del pangasio por ejemplo (conocido como bagre) es una especie invasora, proviene de sureste asiático y ha generado problemas cuando entra a los ambientes naturales, “porque devora todo lo que encuentra”.
“Hablé con colegas de la universidad del estado, y ellos van a hacer una serie de muestreos para hacer un seguimiento y estudiar posibles impactos”, expresó, al exponer que se desconoce cuántos de los más de 830 mil organismos corresponden a peces devoradores o invasores y cuántos a otro tipo.
Apuntó que el dato global se derivó de un trabajo realizado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) que alertó sobre lo anterior, a través de la cifra reportada por el Comité Estatal de Sanidad Acuícola del Estado de Morelos (Cesaem).
De igual manera, la información fue sustentada por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), luego del análisis sobre los daños que ocasionó el sismo, con visitas de campo realizadas del 22 al 28 de septiembre pasado.
Conforme a las cifras dadas a conocer por el Cesaem, se registraron 239 estanques de concreto dañados y se confirmó la fuga de especies acuáticas invasoras, ornamentales y de consumo. Entre ellas el pez cebra (ciprínidos), las tilapias (Oreochromis spp.), el langostino malayo (Macrobrachium rosembergii), la carpa dorada o pez japonés (Carassius auratus) y topotes, gupis o molly (Poecilia spp.). Además, se liberaron otras especies pertenecientes al grupo conocido como cíclidos y ejemplares de pangasio (Pangasius spp, por lo que la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) no recomienda su producción.
Topiltzin Contreras refirió que la Conabio también informó al estado que hay un fondo al que se podría acceder para poner en marcha un plan de control sobre este tema.
El secretario refirió que el potencial de establecimiento de las especies exóticas que escaparon puede ocasionar severos impactos, tanto a la vida silvestre como a las actividades humanas productivas relacionadas con el medio acuático: “Lo peligroso aquí es que las especies invasoras se empiecen a reproducir y se coman todo lo que encuentran, incluso podrían acabar con otras especies endémicas, es decir, originales de Morelos. Estimó que ese proceso podría llevar sólo dos años.
Por ello destacó que lo ideal es que la gente que identifique ese tipo de peces en cuerpos de agua del estado, las capture, las consuma – pues son de consumo humano- y que reporte a las instancias oficiales la identificación.
Topiltzin Contreras dijo que es muy difícil de medir el daño, pero los productores de las granjas deberían colaborar en las estrategias de remediación o mitigación.
La Conabio dio a conocer que “lo ideal es tomar fotografías de los organismos detectados (con cualquier dispositivo fotográfico) y subirlas a la red; la comunidad de expertos ayudará a la identificación precisa de las especies.
