Según la publicación, “Géneros asimétricos. Representaciones y percepciones del imaginario colectivo. Encuesta Nacional de Género”, editada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en México, las mujeres todavía piden permiso a sus parejas o familiares para salir solas o para trabajar.
La encuesta fue aplicada en distintos estados del país y los resultados indican que el 23 por ciento de las personas consultadas dijo que las mexicanas aún piden permiso para trabajar, mientras el 49.7 por ciento para salir solas, y casi el 50 por ciento para salir de noche.
En colaboración con el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), Patricia Galeana, académica de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), fue la encargada de la investigación, así como Patricia Vargas, de la Universidad de Guadalajara.
Galeana informó que el 52 por ciento de los cuestionados estuvo de acuerdo con la frase “si una mujer estudia se vuelve más rebelde”.
La UNAM detalló que el sondeo tiene 14 variables de opinión, entre las que destacan “Ser hombre y ser mujer”, “Estereotipos de género”, “Masculinidad y emociones”, “Maternidad y paternidad”, “Derechos políticos” y “Percepción del feminismo y sus efectos”, entre otros.
Por ejemplo, en el rubro “Relaciones y violencia”, 88.1 por ciento de los encuestados piensa que ésta es parte de la vida familiar, y el 30 por ciento considera que los golpes a los niños sirven “para corregirlos”.
Además, el 6.4 por ciento cree que pegarle a una mujer se justifica “cuando ella te pega” y 4.7 por ciento “cuando es necesario corregirla”.
En el aspecto de “Estado civil y la organización de parejas y familias”, el 33.6 por ciento de los hombres encuestados, y 31.4 por ciento de mujeres dijeron que la maternidad es la “realización” femenina.
Galeana explicó que otras cifras relacionadas con el estudio apuntan que en la capital siete de cada 10 violaciones de mujeres ocurren al interior de la familia, y en 90 por ciento de los casos la madre tenía conocimiento de la situación y lo permitía por amenazas o intimidación.
Este hecho, dijo la académica, pasa en un escenario muy negro “el tema pasa por una cuestión cultural porque las madres formamos a los machos mexicanos; la crianza está a nuestro cargo”.
Por ello, dijo que “es indispensable establecer un sistema educativo formal e informal de respeto a los derechos de las personas, independientemente del sexo, etnia, edad, ideología, preferencia sexual o cualquier condición”.
Con información de Excélsior