Daniel Nava es el joven compositor de “La riqueza de Morelos es mi gente”, un huapango que hizo para festejar el aniversario número 23 de La Unión de Morelos y que está incluido en su primera producción “Sueños a bordo”.
Daniel (Axel) Nava (Figueroa) estudió en el Centro Morelense de las Artes y en el Instituto Nacional de Bellas Artes. Tiene cédula como docente con especialidad de guitarra popular contemporánea y aunque es muy joven (19 de junio de 1994, barrio de San Antón) ha compuesto más de 100 canciones.
Daniel Nava domina varios géneros como el pop, la música de banda, la trova, entre otros, y es uno de los escasos compositores que se interesa por los pueblos y tradiciones de Morelos; así lo demuestran temas como “De Morelos les vengo a cantar”, “Feria de la primavera”, “Feria de San Antón”, “Feria de Tlaltenango” y “La riqueza de Morelos es mi gente”.
“Con Juan Gabriel se fue uno de los últimos grandes compositores de música popular, sus letras eran sencillas pero profundas y su música era inigualable; pudo crear un estilo y continuarlo. Su música seguirá después de su muerte”.
Otro de los compositores que admira Daniel es a Marco Antonio Solís: “Muy buen letrista y arreglista y tiene una gran voz. Ha compuesto muchas canciones y son éxito seguro”.
Nava afirma que gran parte de las nuevas canciones que suenan en la actualidad son desechables y que él en las suyas trata de componer mezclando una buena melodía con una letra que sea poética.
“La música está perdiendo la esencia. Tiempo atrás se le apreciaba por llevar un buen mensaje y ahora la música que más se ha comercializado es aquella que no dice nada, pero tiene un ritmo pegajoso. Mi intención es llevar un poco de poesía acompañada de una línea melódica agradable, que también se quede en el corazón y la memoria de quien la escucha”.
De todas las canciones que ha compuesto le gustan las que va produciendo de manera reciente, porque son las que ha vivido y las que sintetizan su experiencia como compositor, cantante y músico, pero la que más le piden en las ferias es “De Morelos les vengo a cantar”.
Daniel Nava comenzó a tocar desde que tenía 13 años y a cantar en grupos parroquiales y estudiantinas. También ha tocado en los mercados, en los restaurantes, en las calles y en las “rutas”. Esto lo ha metido a la vida de las ciudades y le ha dado un conocimiento de su tiempo y un dominio de los distintos géneros (“la gente tiene gustos diferentes y hay que complacerla”); de ahí que los temas de sus canciones traten de sus vivencias, de amor y desamor, de sus sueños y del amor por sus raíces.
Cuenta que ha tenido que tocar muchas puertas para que le den oportunidad de hacer lo que ama: hacer música, cantar y componer.
“Me han cerrado muchas, desde luego, como a cualquiera, pero yo esto lo veo como un aprendizaje, no son precisamente derrotas ni me desaniman, todo lo contrario, sé que lo que no le gusta a uno a otro sí le gustará, porque lo que yo hago y, creo, lo hago bien, sé muy bien lo que estoy haciendo. Las malas experiencias pasan y aprendo de ellas, en las buenas experiencias, cuando las puertas se abren, doy lo mejor de mí para dejar huella”, dice.
La familia de Daniel se dedica a la “composición”, pero de autos... Tienen un taller eléctrico y ellos querían que siguiera los pasos de su padre.
“Pero a mí desde muy pequeño me gustó la música. Recibí poco apoyo de ellos, por mi elección, pero conforme fui abriéndome paso se fueron involucrando y en la actualidad mi familia va a mis conciertos. Esto es una de las alegrías que la vida y la música me han proporcionado”.
En la actualidad Daniel Nava trabaja en un segundo álbum llamado “Te propongo”, una compilación de historias y anécdotas basadas en el amor y el desamor, con una tendencia hacia la música popular y el género regional mexicano.
“Estamos en el proceso de la producción de los últimos temas y la maquila del material discográfico”, platicó.
La letra del tema que da nombre al álbum dice: “Te propongo vernos muy de vez en cuando/ cada que lo solicites y coincidan los horarios/. Te propongo saludarnos desde lejos/ procurando ser discretos/ si vamos acompañados./ Te propongo darnos este amor a ratos/ sin testigos ni contratos/ mientras que te vuelvo a ver./ Te propongo ser el cauce de tus besos/ y el amigo con derechos/ que te sepa comprender.”