“Es necesario que como sociedad generemos una cultura de prevención más fuerte, con mayor capacidad de reacción inmediata ante un desastre natural”, señaló Fátima Andraca, coordinadora de respuesta humanitaria de la organización civil internacional Save The Children en México.
Este viernes, la agrupación, que trabaja en varios países del mundo y en 18 entidades de México, entregó “mochilas de emergencia” a directores de escuelas de nivel básico. El propósito es fomentar la cultura de la protección civil y apoyar con elementos tangibles la actuación pronta en escuelas para proteger a las y los niños en casos de contingencia, como el sismo que ocurrió en septiembre del año pasado.
Las referidas mochilas (donadas con apoyo de Sony) contienen un botiquín de primeros auxilios, un radio con pila recargable, infografía del Centro Nacional de Prevención de Desastres, una gorra con colores llamativos para que en un momento dado los alumnos puedan seguir a su maestro, y lo que se sugiere es que los profesores las tengan listas y metan ahí algunas otras cosas necesarias, como listas de los niños con su tipo de sangre, lámpara, entre otras que les permitan atender de primera mano a sus alumnos.
Save The Children realizó la entrega de estas mochilas a Morelos, Oaxaca, Puebla y Ciudad de México con varias líneas de atención: protección infantil, educación en emergencias, saneamiento e infraestructura.
“Tratamos de que los niños, niñas y adolescentes tengan las menos interrupciones de clases posibles, que recuperen la rutina que tenían y que se vio afectada después de los sismos. El propósito es estar preparados, sensibilizados para que, en caso de una emergencia, podamos reaccionar”, explicó Fátima Andraca.
La representante de la organización internacional destacó que la sociedad civil ha estado activa, pues la contingencia rebasó muchos ámbitos. Dijo que, de acuerdo con lo que han observado durante su labor a lo largo de los últimos meses en Morelos, lamentablemente la respuesta en cuanto a reconstrucción ha sido lenta.
Asimismo, refirió que, hasta donde saben, la mayoría ya tienen clases, aunque todavía no en condiciones adecuadas.
“Recuperación de clases perdidas, no la hay, no puede haber; creemos que lo que se requiere es que los docentes vayan adecuando los programas, que creen estrategias para ir avanzando en el aprendizaje de los temas. Porque, efectivamente, hubo muchas escuelas que estuvieron sin clases durante meses”, expresó al tiempo de señalar que, en este rubro, será fundamental la familia.
“Los familiares deberán apoyar mucho con estrategias en casa, revisar tareas, apoyar en las lecturas, los contenidos de los libros y materiales de apoyo, impulsar que los niños apliquen sus conocimientos con acciones sencillas como pedirles que cuenten semillas de un bote, por ejemplo”, detalló.
Fátima Andraca recordó que Save The Children tiene presencia en todas las zonas geográficas del mundo y hay afiliados en 18 entidades del país y, en este caso, han trabajado en torno a la respuesta.
“La respuesta ha sido lenta, pero creemos que no sólo hablando de la parte oficial, sino a todos nos falta educación, sensibilización, preparación previa para que cuando vuelva a suceder –esperamos que no–, sepamos qué hacer. México y Morelos es una zona sísmica. Debemos estar más sensibles, hacer lo que nos toca, tener una mochila de emergencia en nuestra propia casa con todos nuestros documentos; como población, tomar más en serio todo esto de los simulacros, porque a veces se toma como un juego o una broma; tener bien marcados los puntos seguros en las escuelas, marcar la responsabilidad de los maestros en escuelas, cómo evacuarlos y qué hacer después de un sismo; que las construcciones cumplan normas antisísmicas y ser más sensibles a que hay desastres todo el tiempo y no sólo naturales, sino también crisis humanitarias”, abundó.