Ante cualquier sospecha se debe acudir a consulta médica para descartar que sea una lesión cancerígena, señalan especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Los factores que incrementan la probabilidad de desarrollar cáncer de piel son: antecedentes familiars, el color de piel, ya que las personas de tez blanca son más vulnerables; la exposición solar frecuente y la edad, debido a que los rayos ultravioleta se van acumulando y en promedio lo presentan quienes tienen entre 40 y 50 años.
Están en riesgo las personas que acostumbran asolearse por tiempo prolongado en la playa, balnearios y quienes por su ocupación se tienen que exponer por tiempos prolongados bajo los rayos solares. Las radiaciones solares más agresivas ocurren entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde.
En la autoexploración de los lunares se debe considerar la asimetría, que se refiere a que ninguno de sus cuatro lados son iguales respecto al otro; tomar en cuenta que los bordes u orillas sean irregulares; observar con atención el color, entre más tonalidades, mayor probabilidad de malignidad tiene; y cuando el diámetro es mayor de 6 milímetros, representa un gran riesgo.
La persona que conoce su cuerpo sabe el número de lunares que tiene, por lo que identifica si son normales, porque los ha visto durante toda su vida, y ante cualquier cambio debe acudir de inmediato a consulta médica.