Cerca del 30 por ciento de las concesiones en la zona conurbada de Cuernavaca está manejado por un concesionario a través de un arrendatario y, como tercer involucrado, un operador, por lo que el servicio del transporte genera ingresos para más de una familia con una sola unidad.
Según concesionarios, la renta de una placa se encuentra entre 3 mil y 4 mil pesos al mes, según la línea de transporte y el derrotero que maneje, porque muchas Rutas cuentan con itinerarios cortos que generan menos ingresos que otros.
Algunos concesionarios ponen como condición al rentar sus placas que el arrendatario pague los derechos fiscales, negocie con el operador y en muchos de los casos el mantenimiento de la unidad y la renovación de la misma.
Sin embargo, lo que para muchos son ganancias mensuales sin trabajar, para otros son problemas. Líderes transportistas revelaron que el hecho de que concesionarios cedan sus concesiones por meses y años ha ocasionado muchos problemas, principalmente a las agrupaciones.
Es que los dirigentes del transporte colectivo señalaron que es la Ruta la que debe hacerse cargo de las fallas que tienen los arrendatarios, como pagos fiscales, problemas con los operadores, y lo más grave sucede cuando no se renuevan las unidades y toda la organización paga por el incumplimiento.
Virgilio Bahena Bahena, líder de la Ruta 4, detalló que por lo menos en su agrupación el 20 por ciento de las concesiones está a cargo de arrendatarios y no de sus dueños originales, a pesar de que es una situación que han intentado controlar para evitar problemas y lograr que sólo permisionarios integren esta línea de transporte colectivo.
“Sí nos afecta porque nosotros tenemos que batallar con el que permisionario, con el que renta y con el chofer; son tres personas involucradas por una sola unidad. Por eso mismo tratamos de evitarlo ya”.