Y es que resulta que un sector muy importante de los usuarios de servicios financieros acostumbra manejar los conocidos pagos mínimos cuando utiliza un financiamiento a través de su tarjeta de crédito, aunque en realidad ese pago mínimo significa un mayor desembolso, ya que de cada 100 pesos que abona a su adeudo 62 pesos se van a cubrir intereses, 13 pesos a capital, 16 a IVA y otros nueve pesos al pago de comisiones.

Por ello, el Banco de México pretende que con esta medida que entrará en vigor en enero la gente sea consciente que el pago mínimo es únicamente en casos extraordinarios y que es mejor pagar más.

Esto permitirá terminar en un menor tiempo la liquidación de las deudas, porque por falta de educación financiera muchas personas se financian a largo plazo con la tarjeta de crédito sin darse cuenta que están creando una “bola de nieve” que después ya no pueden liquidar.

Por ello, la Condusef exhorta a los que tienen tarjetas de crédito a que hagan un mayor esfuerzo en el pago de los créditos obtenidos para no aportar únicamente el mínimo, ya que con este esquema una persona que adquiera un crédito de 50 mil pesos puede pagar finalmente 73 mil y hasta 269 mil pesos y con los pagos mínimos la deuda se puede prolongar entre 5 y 10 años.

El pago mínimo es una opción más dentro del sistema financiero, principalmente en los casos cuando no se tienen recursos suficientes. No obstante, el aplicarlo de manera sistemática y continua para amortizar los saldos bancarios ocasiona que “salga peor el remedio que la enfermedad”.