Sobre las letras que se componían en el siglo pasado y las de ahora, el compositor de “Mujeres divinas” es optimista y asegura que los mismos motivos que movían al público de años pasados, impulsan a las juventudes actuales; “incluso, los muchachos siguen escuchando las canciones románticas, los tríos, los cuartetos; los mariachis siguen dando serenata”.
Durante una visita a Cuernavaca el 3 de septiembre de este año, el compositor Martín Urieta reveló en entrevista que está grabando un grupo de canciones inéditas:
“Hace años que murió la industria disquera, como tengo muchísimas canciones que sólo yo me sé; cuando yo me muera se van a perder, entonces las estoy grabando como de cinco cds, con diez canciones cada una, cincuenta inéditas, nuevecitas”.
Martín Urieta Solano (11 de noviembre de 1943 Huetamo, Michoacán), tiene agrupadas sus canciones:
“La canción que más me ha dado satisfacciones, las tengo clasificadas. Por ejemplo, ‘Mujeres divinas’ (1987) me ha proyectado interna, internacionalmente, me pagan regalías desde Rusia, Argentina, de todo el mundo, es la más grabada, es un homenaje a la mujer, normalmente se habla mal de ellas y las canciones pegan; ‘Acá entre nos’, la que más me ha dado dinero, y la primera que me dio a conocer fue ‘Bohemio de afición’, que la grabó primero Gerardo Reyes”.
En relación con las letras que se componían en el siglo pasado y las de ahora, Urieta es muy optimista, asegura que los mismos motivos que movían al público de años pasados impulsan a las juventudes actuales, incluso los muchachos siguen escuchando las canciones románticas, los tríos, los cuartetos, los mariachis, siguen dando serenata.
El compositor michoacano asegura que la “madre” de una canción es la vivencia; lo que más trasciende en una canción para que el pueblo la cante es la vivencia triste; las canciones de desamor, la que te da alegría sí trascienden, pero no tanto como las tristes.
Sobre el éxito que han tenido sus cancones en la voz de artistas como Vicente Fernández, Urieta asegura que es incierto, es algo que no se puede calcular o medir o anticipar
“Nunca se sabe. No hay nada escrito en la composición. Tú te matas escribiendo ‘Urge’, ‘Acá entre nos’, y te sale una canción que dice: ‘la vaca, la vaca, la misma vaca’, y vende millones.
Martín admira a José Alfredo Jiménez, a quien llama el “Santo patrono de los compositores”, y al oaxaqueño Álvaro Carrillo (‘Luz de Luna’, ‘Sabor a mí’, “Un poco más”).
Sobre el lugar o el momento en que compone, respondió que “no tiene uno un lugar dónde escribir. Yo tengo un ‘estudito’, pero cuando llega la inspiración tienes que parar hasta tu coche, si vas manejando.
¿Qué canción, suya, lo sigue moviendo cuando la escucha, la canta o la lee?
“¿Qué de raro tiene?”
¿Por qué, maestro, de qué se acuerda?
“De mi vida, de toda mi vida”.
En la página de la Sociedad de Autores y Compositores de México se lee sobre Martín Urieta que entre sus innumerables reconocimientos destacan los nombramientos de Hijo Distinguido de Huetamo e Hijo Predilecto de Acapulco (por el Consejo Municipal de la entidad gracias a su tema Adiós Acapulco); los bustos en su honor se ubican en el Paseo de los Compositores de la Ciudad de México, en la Plaza de los Compositores de Monterrey, en la Plaza de los Ilustres de Torreón, y una estatua en su tierra natal.
En 2005 la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) lo distinguió por su tema ‘Qué de raro tiene’, una de las 12 canciones más escuchadas del año anterior; en 2009 le entregó el reconocimiento Trayectoria 25 y Más… por sus 28 años de cantar a la mujer y al amor, y en 2018 le otorgó el galardón Gran Maestro que enaltece el trabajo creativo de autores y compositores vivos que, con su talento e inspiración, ponen en alto el nombre de México, siendo su obra un referente a nivel internacional.
También fue distinguido como Mr. Amigo Texas, y galardonado durante la segunda entrega del Aplauso ¡Basta! (2014), en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la Ciudad de México.
Con el Premio La Musa ingresó al Salón de la Fama de los Compositores Latinos (2017) y fue homenajeado por el gobierno del estado de Michoacán en el Teatro Morelos, en Morelia (2018).