No se activaron las alarmas sísmicas porque la intensidad del movimiento fue muy baja: CEPCM.
Tras confirmar que la madrugada de este miércoles se registró un sismo con epicentro en Jiutepec, el coordinador de Protección Civil del estado de Morelos Pedro Enrique Clement Gallardo expuso que no se activaron las alarmas sísmicas porque la intensidad fue muy baja.
El titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil de Morelos (CEPCM), Pedro Enrique Clement Gallardo, detalló que el sismológico nacional, confirmó que ayer ocurrió un sismo de magnitud 3.3 cuyo epicentro se ubicó a cinco kilómetros al norte del centro de la cabecera municipal.
Señaló que no hubo daños, pero el sismo sí fue perceptible. Apuntó que desde la madrugada la gente comenzó a reportar que habían sentido un movimiento intenso. Varias de esas personas se encontraban en el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social ubicado en avenida Plan de Ayala.
El coordinador dijo desconocer por qué se generó en ese sitio, por lo que esperarán más datos de los especialistas del sismológico nacional. Consideró que los sismos muy puntuales son muy comunes y perceptibles en los últimos años.
Argumentó que la institución monitorea sismos cuya magnitud es superior a los cuatro grados, que es cuando se estima que podrían causar daños; además, el Centro Nacional de Prevención de Desastres no les alertó, por lo que no se activaron las alertas sísmicas.
En otro orden de ideas, Clement Gallardo fue cuestionado en torno al meteorito que también fue visible desde Morelos. Informó que de acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), efectivamente se trató del paso de un meteorito, que probablemente se desintegró al entrar a la atmósfera terrestre y no se tuvo ningún reporte de afectación.
FUE UN BÓLIDO: UNAM
El maestro Daniel Flores Gutiérrez, del Instituto de Astronomía de la UNAM, explicó que el objeto que surcó el firmamento del territorio mexicano la noche del martes anterior es descrito como un bólido que cruza la atmósfera de la Tierra y sigue su marcha al Sol. Estos cuerpos viajan, detalló, a una velocidad de entre 50 y 70 kilómetros por segundo.
A través de un comunicado, la institución dio a conocer la explicación del experto: “Desde luego que siempre hay una posibilidad de impacto, aunque el presente no ha sido el caso. No hay evidencia de que haya caído. Es un objeto de tipo rocoso que a su paso deja fragmentos pequeños”.
Al respecto, Flores Gutiérrez recordó la caída del meteorito Allende, en Chihuahua, del 9 de febrero de 1969, que se dispersó en una superficie de 200 kilómetros cuadrados. Parte de los fragmentos cayeron en un pueblo y la mayoría en la llanura, pero no hubo afectaciones para las personas.
“Con el que ahora vimos no tenemos datos de cuál es su órbita en el sistema planetario, ni sabemos mucho de él. Sólo tenemos las evidencias de fotografías que pudimos apreciar. Estos bólidos cruzan la atmósfera de la Tierra y pertenecen a órbitas de objetos llamados Apolo Amor y que su órbita alrededor del Sol alcanza más o menos la órbita de la Tierra por arriba o por debajo de la órbita terrestre”, apuntó.
Según el comunicado, “dentro de estos objetos, figuran los carbonosos, como el Allende, aunque hay otros que tienen combinación de otros materiales. Pueden ser metálicos como los que están en el Palacio de Minería. Sin embargo, la mayoría de los registros que se tienen son de los llamados rocosos”.
“Se piensa que los bólidos tienen órbitas alrededor del Sol y alcanzan la órbita de la Tierra. Por eso rozan o cruzan la atmósfera terrestre y siguen su camino. Unas horas después de haber sido visto en México sobrepasó la superficie de nuestro territorio. Continuará girando alrededor del Sol”.
También, el integrante del Instituto de Astronomía refirió que la presencia de estos cuerpos tiene una mayor incidencia entre enero y febrero y durante noviembre y diciembre, concluye el comunicado.