Horacio Vargas Martínez es chofer de taxi desde hace cinco años, y refiere que en tiempos de pandemia tener salud ya es ganancia, y por lo cual se debería agradecer porque hay familias que no solo han perdido sus empleos, sino que a sus seres queridos.
Cuenta que de manera personal la contingencia sanitaria por el covid-19 le deja enseñanzas, y hoy más que nunca -considera- es necesario darle valor al dicho de “gracias a Dios tenemos salud”, porque en lo laboral sus ingresos económicos bajaron en más del 50 por ciento.
Empezó a trabajar en la organización de radiotaxi Línea Victoria en 2015 porque en aquellos años sus ingresos económicos eran superiores a los 500 pesos diarios, libres de cuenta y combustible. Hoy, si bien le va, reúne 500 pesos al día, pero 150 son para la cuenta y 200 pesos para el combustible del vehículo, por lo que al final de su jornada se va a casa con 150 pesos.
Horacio trabaja de las 5 de la mañana a las 7 de la noche, y afirma que en los últimos días se ha visto un incremento de transeúntes en las calles de algunos municipios como Cuernavaca y Jiutepec, pero el servicio de taxi no ha incrementado.
“La pandemia vino a golpearnos feo en lo económico, y en lo personal, en el trabajo, el servicio de taxi bajó más del 50 por ciento; antes realizábamos hasta 20 servicios en un día, y hoy con trabajos hacemos ocho viajes; incluso, podemos pasar hasta tres horas esperando por un servicio de 45 pesos”.
De su trabajo como chofer cuenta que se ha encontrado con personas responsables que adoptan las medidas de higiene básicas para trasladarse a diferentes lugares, y también con pasajeros que se niegan a creer en el virus y cuando les piden usar el cubrebocas emiten comentarios como “cuando te toca, te toca”, o se excusan diciendo que “el virus es un invento del gobierno”.