Hay jornadas de trabajo en las que no sale dinero para llevar a casa, lamenta Emilio.
Desde que empezó la contingencia sanitaria por el Covid-19 (marzo pasado), Emilio Gama registró una disminución del 70 por ciento en el dinero que percibía como chofer de taxi.
Antes de la pandemia sus ingresos eran de 600 a 700 pesos diarios, lo que le alcanzaba para comprar comida para su familia, entregar la cuenta a su patrón y comprar gasolina para su vehículo. Hoy, si bien le va termina su jornada con 230 pesos.
Por lo anterior, afirma, hay días que entrega 100 pesos de cuenta o nada, como la única forma para poder llevar dinero para alimentar a su familia.
Su jornada laboral empieza a las seis de la mañana y termina a las cuatro de la tarde, pero en ocasiones trabaja más tiempo porque en los últimos días el precio de la gasolina alcanzó los 18 pesos por litro, cuando en días anteriores se compraba hasta en 14 pesos.
El chofer de taxi refiere que han visto mayor movimiento de transeúntes en las calles de la ciudad pero eso no se ha reflejado en el número de servicios que logra, ya que la gente prefiere usar el transporte colectivo, porque es más económico.
“Nosotros estamos sobreviviendo con el poco servicio que hay porque no hemos visto apoyos ni de dinero ni en especie, eso que nos prometieron no llegó, además, la gasolina está subiendo y cada día que pasa el dinero rinde menos; yo le ponía 150 pesos de gasolina al carro y me alcanzaba al menos para cuatro viajes y hoy ni lo del combustible se recupera porque la gente quiere viajes más baratos”.
“Queremos que le paren a todo esto, que saquen la vacuna o algo que acabe con esta enfermedad y también que el ayuntamiento permita la apertura de negocios para que la gente pueda trabajar y tenga dinero, porque si los negocios siguen cerrados habrá más violencia y robos en diferentes tiendas”, afirma el desesperado trabajador del volante.