Sus ventas cayeron drásticamente con la crisis sanitaria.
María Magdalena Quevedo Gutiérrez, quien vende comida al norte de la ciudad de Cuernavaca, el covid-19 afectó drásticamente su negocio, dejándola sin clientes y sin ingresos para mantener a su familia.
“A veces me dan ganas de dejarlo todo y cerrar mi negocio porque la gente ya no viene a comprarme y nosotros seguimos gastando dinero, porque tenemos que surtir todo lo que ocupamos, pero casi toda la comida se me queda y no la podemos tirar, mejor nos la comemos nosotros, aunque sabemos que estamos perdiendo”.
La entrevistada comentó que antes de la pandemia tenía más ventas y con eso hacia crecer su negocio: “antes de que empezará todo esto nosotros siempre nos enfocamos en hacer crecer nuestro negocio porque de esto vivimos, no solo hacíamos comida también vendíamos botanas y antojitos como elotes, chicharrones preparados, papas, paletas de hielo o todo lo que se pudiera vender, pero hora solo nos preocupamos por el dinero para volver a invertir y ser lo que éramos antes”.
“me pongo a pensar que es mejor cerrar este negocio para ir a buscar trabajo pero ahorita todo está difícil, no hay trabajo afuera, también mis hijos se quedaron sin trabajo y si a ellos que están jóvenes los corrieron no creo que a mí me contraten” dijo Quevedo Gutiérrez.