Un checador relata cómo se cuida para no contagiarse por el coronavirus, que ha dañado sus ingresos.
David Miguel Juárez, quien trabaja como checador de la empresa de transporte de pasajeros OMSA Chapultepec, asegura que por la pandemia del covid-19 sus ingresos disminuyeron hasta en un 70 por ciento, lo que ha afectado gravemente su capacidad de compra.
Refiere que antes de la contingencia, su esposa acostumbraba adquirir suficientes productos de la canasta básica para la comida de toda la semana pero hoy prefiere comprar al día, conforme va recibiendo dinero.
El entrevistado refiere que durante su trabajo usa el cubrebocas y gel antibacterial porque está expuesto a un contagio del nuevo virus.
“Tengo amigos que han fallecido a causa del virus, la vida no es comprada y de un momento a otro todo puede cambiar, por eso hay que protegernos para no contagiar a los familiares. Yo cuando llego a la casa me doy un baño y después ya voy a abrazar a mi esposa o a mis nietos”.
David dice que, aunque quisiera descansar no puede porque es el único sustento económico en su familia, y hoy más que nunca tiene que apoyarles porque su hijo fue despedido desde que empezó la pandemia.
De su trabajo, cuenta que todos los días debe registrar el tiempo de diferencia que hay entre un chofer y otro y, cuando un operador llega tarde a checar en los diferentes puntos obligatorios -o como dicen de manera coloquial, cuando “se quemó”- en la base de la Ruta les cobra 20 pesos por cada minuto de retraso y ese dinero se entrega al chofer que llegó a tiempo.