No están permitidas las fiestas patronales o cualquier congregación numerosa en la que no se respete la sana distancia.
Con el cambio del semáforo de riesgo sanitario - del color naranja al amarillo- los templos podrán abrir al 50 por ciento de su capacidad y deberán continuar con las medidas de higiene. En aquellos casos donde no se cumplan se aplicará la clausura. Tampoco están permitidas las fiestas patronales o cualquier congregación numerosa en la que no se respete la sana distancia.
El director de Asunto Religiosos del gobierno del estado, Luis Héctor Herrera López, indicó que desde la etapa anterior (en color naranja) se reanudaron las celebraciones litúrgicas, pero con limitaciones. En este caso se mantiene la restricción respecto al aforo, para evitar ceremonias masivas y prevenir la propagación del coronavirus.
Por lo tanto, recordó que siguen prohibidas las fiestas patronales donde se aglomeren personas, en las que no sea factible conservar la sana distancia, es decir la separación de cuando menos y metro y medio de espacio a los costados entre individuos, adelante y atrás.
Las autoridades gubernamentales ya han dialogado con los líderes de los diversos cultos que hay en Morelos. Hasta ahora, apuntó, han tenido respuesta positiva, pues el propósito es salvaguardarla salud de la población.
En este sentido, el funcionario recordó que se deben mantener disposiciones como los filtros sanitarios en los accesos a las iglesias, templos o centros de reunión, con aplicación de alcohol gel, el uso obligatorio de cubrebocas y la limpieza para las suelas del calzado, además de la sanitización constante de los espacios abiertos al público.
“Le pedimos a la población que respete las indicaciones y no se confunda con el color verde, pues la normalidad ahora indica que debemos protegernos” expresó.
El funcionario estatal apuntó que la norma contempla como sanción la clausura en caso de que no se cumplan dichas disposiciones sanitarias. Hasta la fecha esa instancia no ha tenido denuncia de alguna violación que amerite la intervención oficial. La tarea de verificar el cumplimiento de la reglamentación es de las áreas de protección civil de los municipios.
Herrera López expuso que naturalmente todas las religiones se han visto afectadas económicamente, porque al permanecer cerradas las iglesias durante varios meses no percibieron cooperaciones o diezmo. Sin embargo, hasta la fecha no se ha reportado oficialmente el cierre de alguno de estas iglesias.
Añadió que, de igual manera, se ha difundido la información correspondiente para que los ministros de culto apliquen medidas de sanidad y demás protocolos correspondientes para evitar brotes de coronavirus en conventos, monasterios y otras casas de religiosos. La oficina gubernamental solo ha tenido conocimiento de algunos sacerdotes católicos que se contagiaron o han muerto por esta causa, (porque sus actividades estaban dirigidas justamente a atender pacientes con covid-19) pero no se tiene el número oficial de contagios en ese sector, pues estas cifras las concentran las autoridades de salud.