Del cáncer al erotismo, así se llamó la conferencia que di el día sábado a un grupo de mujeres maravillosas. Mujeres que han decidido unirse, escucharse y aplaudirse una a la otra. No encuentro grupo más poderoso que mujeres unidas apoyándose entre sí.
Hablamos de mi primer libro, “Debajo de mi piel” es la descripción de un período íntimo de mi vida. Hago una mención sobre las distintas etapas que se tienen que experimentar durante un proceso de duelo, la incapacidad e impotencia que se manifiesta desde lo más profundo de nosotros hasta la aceptación y reencuentro con la enfermedad y con la muerte. Son trece capítulos y una guía de apoyo para el familiar del paciente con cáncer. El cáncer que invadió de metástasis a mi madre, no sólo invade el cuerpo y su interior, sino que también afecta el exterior; lo cercano, los tiempos, los lugares, los actos y la vida de quienes la amamos. Ese caos que se va creando desde el interior de nuestra persona amada hasta la familia. El tanatos me llevó de la mano a un impulso de vida. Me dio la posibilidad de canalizar mi energía y acercarme al eros. Encontré una motivación interna, lo que me mueve y di un salto a la vida. Escribí una novela erótica titulada “Que Quede Entre Nosotros.”
Es emocionante intensa y cargada de erotismo. Necesitaba reafirmar esa pulsión de vida que habita en cada persona. Sin dejar de mencionar que fue Sigmund Freud quien utilizó los nombres de Eros y Tanatos para referirse a nuestros instintos básicos que actúan en todos los seres humanos.
Encontré el equilibrio entre (Tanatos) la muerte y (Eros) la fuerza de la vida. Me gustaría decirles que sí se puede dar ese salto, ya que es la pasión y el amor, el erotismo, los que reafirman la existencia de la vida. En algún momento de nuestra existencia estará presente la enfermedad, la destrucción, la muerte, pero no dejemos de mirar que junto con ella está la fiesta de la vida, del placer, del sexo del erotismo.
El error es posicionarnos en un lado o en el otro.