Pese al confinamiento causado por el covid-19, para Jorge Salomón Harb, quien se dedica a la serigrafía profesional en el Centro de Cuernavaca, los pocos trabajos que contratan  amigos y familiares le han permitido continuar con su negocio.

“La verdad sí me está afectando mucho la pandemia, porque mucha gente ha dejado de hacer pedidos de serigrafía. Gracias a mis familiares, amigos y algunos clientes frecuentes tengo trabajo, poco pero tengo”.

El entrevistado comentó que los insumos que utiliza han aumentado su precio considerablemente: “ahorita todo esta caro. Todo está subiendo de precio, las pinturas que ocupo son especiales para este trabajo y los lugares en donde la compro dicen que sube por el dólar. Aparte, casi todo lo que ocupo lo compro fuera de Cuernavaca, para que me salga un poquito más barato”.

El comerciante informó que se ha visto en la necesidad de buscar distintas formas para vender su producto. “Antes la gente nos buscaba por recomendación o venían al taller, pero ahora tengo que estar buscando a los clientes y como no se puede salir de casa, pues lo hago a través de redes sociales, que es lo que la gente ocupa más en estos días. Me ha funcionado un poco pero no como yo quisiera. No pierdo la calma y espero que esto pase rápido”.