Sociedad
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Es urgente un amplio consenso a favor del empleo y la reactivación económica de Morelos

TXT Raúl Abraham López Martínez DIRECTOR DE INNOVACIÓN Y ESTRATEGIA CONSULTORA DESIGNIO
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El 86% de la población en Morelos se encuentra en situación de pobreza o de vulnerabilidad por carencias sociales o de ingresos.

El estado de Morelos se encuentra inmerso en una crisis económica sin precedentes, ante esta grave situación es necesario visualizar la profundidad de la crisis y convocar a conformar un amplio consenso social que nos permita impulsar una agenda política cuya prioridad sea el de facilitar la concreción de inversiones nacionales e internacionales en Morelos y de esta manera generar fuentes de empleo.

Para visualizar la magnitud de esta crisis es necesario identificar dos momentos históricos.

Un primer momento lo podemos ubicar antes del covid-19, al respeto el “Informe de pobreza y evaluación 2020. Morelos”, el cual fue elaborado y publicado recientemente por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, analiza el problema de la pobreza en Morelos en una temporalidad del 2008-2018.

Este estudio señala que el “86% de la población en Morelos se encuentra en situación de pobreza o de vulnerabilidad por carencias sociales o de ingresos”, lo que equivale a 1,714,500 personas. Y solamente el 14% de la población no se encuentra expuesta a los estragos de la pobreza o de carencias sociales y de ingresos, lo que representa aproximadamente a 279,600 personas.

Estos datos nos muestran un primer momento histórico que evidencia la gravedad de la pobreza y desigualdad social que prevalece en Morelos, en donde una inmensa mayoría de morelenses carece de las condiciones sociales y económicas para contar con una vida digna.

El referido Informe del CONEVAL, también da a conocer que en el año 2015 los municipios de Cuernavaca, Cuautla, Jiutepec, Temixco y Yautepec, concentraron un 42% de la población estatal en condiciones de pobreza.

Un segundo momento histórico lo podemos identificar en los impactos económicos derivados de la pandemia del covid-19. Al respecto, el Indicador del Segundo Trimestre 2020 de la Actividad Económica en Morelos, elaborado por el INEGI, reporta que en el contexto del covid-19 la actividad económica en Morelos tuvo una reducción del -23.6%.

Estos datos proporcionados por las principales instituciones responsables de coadyuvar en la elaboración de políticas públicas en los tres niveles de gobierno nos permiten visualizar que nos encontramos ante una situación inédita en materia económica y social.

Ante estas circunstancias, queda claro que el gobierno carece de los recursos necesarios para revertir esta situación por sí mismo, y en el caso de Morelos se agrega el riesgo de que disminuyan drásticamente las participaciones que recibe por parte de la federación.

La salida a la crisis no la vamos a encontrar actuando como antes del covid-19, para enfrentar la crisis económica como primer paso todos los liderazgos políticos, económicos y sociales, están obligados a reconocer la gravedad de que la mayoría de los morelenses se encuentren en condiciones de pobreza.

Es fundamental llegar al acuerdo que la pobreza y la desigualdad social son las principales amenazas para el buen funcionamiento de la sociedad. Y esto se tiene que traducir en el compromiso de establecer las bases necesarias que permitan forjar un amplio consenso social y de esta manera inhabilitar temporalmente las diferencias políticas.

Por lo tanto, estamos hablando de que la polarización política que impera en nuestro estado es un severo obstáculo para superar la crisis.

En este momento, la prioridad para lo morelenses debe ser el ponernos de acuerdo para implementar un plan de emergencia de reactivación económica que involucre a todos los sectores de la sociedad. Para lograrlo, hay que hacer a un lado los prejuicios de todo tipo y de esta manera establecer, entre otras medidas, una clara y contundente estrategia que permita concretar en territorio morelense las inversiones nacionales y extranjeras con capacidad de generar empleos y detonar la economía local.

En este marco, hay que tomarle la palabra a las empresas que han expresado su interés de invertir en Morelos, como es el caso de Esperanza Silver de México, una empresa quien justamente cuenta con la solvencia económica para construir y poner en funcionamiento una mina de oro y plata en el municipio de Temixco, uno de los municipios en donde se concentra la mayor cantidad de morelenses en condiciones de pobreza. Cuya presidenta municipal Jazmín Solano, declaró en días recientes que no tiene dinero para pagarle el aguinaldo a sus trabajadores.

Cuando nos referimos al proyecto minero de Esperanza Silver de México, estamos hablando de que esta empresa tiene la intención de realizar una inversión en Morelos estimada en 450 millones de dólares distribuidos en 10 años, que es el tiempo de vida de este proyecto minero; una inversión de esta envergadura se estima que tiene el potencial de abrir aproximadamente 1,500 fuentes de empleo directo y 6,000 empleos indirectos, aunado al establecimiento de una red de proveedores locales.

Un proyecto empresarial de estas características tiene la cualidad de aportar ingresos, por conceptos fiscales y de distintos trámites, para el gobierno municipal de Temixco, el gobierno de Morelos y el gobierno federal.

La empresa Esperanza Silver de México, tiene a su favor que su proyecto minero denominado Proyecto Esperanza, se encuentra diseñado en función de un Nuevo Modelo de Minería Social y Ambientalmente Responsable el cual está alineado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, al Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 y al Plan Estatal de Desarrollo del estado de Morelos. Lo que ofrece un alto grado de certeza sobre la seriedad y responsabilidad de este proyecto.

Este proyecto actualmente se encuentra realizando los estudios técnicos que le requiere la autoridad competente a nivel federal para en su momento presentar la Manifestación de Impacto Ambiental.

En pocas palabras, los morelenses tenemos ante nosotros la posibilidad de beneficiarnos de esta inversión privada, es el momento de que los actores políticos, económicos y sociales, cierren filas para respaldar en la parte que les corresponde y apoyar a la empresa Esperanza Silver de México: nuestra prioridad debe ser el abrir fuentes de empleo y poner freno a la pobreza y a la desigualdad social que azota a Morelos.

 

 

 

 

 

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