En muchas ocasiones no hay éxito en las ventas, lamenta.
Roberto Pérez tiene que viajar diario desde el municipio de Tlaltizapán hasta Jiutepec para vender las mesas, sillas y bancos de madera que su familia fábrica en Cuernavaca Morelos.
“Mi familia se dedica a realizar muebles de madera, y mis hermanos y yo salimos a las calles a vender todos los días en diferentes puntos de Cuernavaca y Jiutepec. Aunque ahorita las ventas están demasiado bajas y a veces no vendemos nada” dijo Roberto Pérez.
El comerciante comentó que la gente ya no quiere comprar los muebles debido a que no hay dinero o porque prefiere comprar en las tiendas comerciales: “la gente ya no tiene dinero o simplemente no quiere comprar con nosotros por qué prefieren comprar en otro lado donde les dan facilidades de pago”.
El vendedor ambulante informó que pide prestado para regresar a su casa: “estos últimos días le he pedido prestado a mi familia para los camiones a mi casa porque no tengo suerte con las ventas.