El Centro de Cuernavaca registró este fin de semana menos presencia de personas en relación a las últimas semanas e, incluso, algunos locales se observaron cerrados.
Las ventas disminuyeron, al igual que la presencia de personas, situación que preocupó a los comerciantes establecidos, quienes dieron a conocer que además de padecer la pandemia, ahora tendrán que salir adelante con la “cuesta de enero”.
Señalaron que esperaban un repunte de ventas a finales de año e, incluso, con las ventas de Día de Reyes, sin embargo, el cambio de semáforo epidemiológico impactó severamente.
Refirieron que el año pasado, cuando por primera vez se decretó el semáforo rojo, registraron el cierre de al menos el 30 por ciento de los negocios, y prevén que en esta ocasión la situación sea más difícil, debido a que ya no hay forma de que los comerciantes sostengan el pago de rentas, prestaciones sociales para sus trabajadores, impuestos y otros gastos que ante la falta de clientes será insostenible.
Eduardo Peimbert Ortiz, dirigente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, externó la necesidad de que las autoridades municipales y estatales decidan condonar impuestos o dar incentivos para evitar que haya más cierre de negocios.