Taxistas de otros municipios le quitan clientes porque trabajan en Cuernavaca, se queja Juan.
Desde hace mes y medio Juan se desempeña como taxista, luego de que terminó su trabajo como valet parking (acomodador de coches) y ahora hay días en los que con mucho esfuerzo junta el dinero para entregar la cuenta de 200 pesos a su patrón.
Señaló que además de las afectaciones económicas que ha tenido por la emergencia sanitaria, hace unas semanas tuvo que pagar 850 pesos por dos llantas para su vehículo, porque cayó en dos baches y las ruedas delanteras se reventaron.
“Las calles están destrozadas. Vengo empezando como taxista y ya me caí en dos baches, toda la ciudad está en mal estado. No hay que ir lejos, bulevar Juárez está lleno de baches y en las colonias más alejadas del centro, ni se diga; están peor”, expresó el trabajador del volante.
En su caso -dijo- cayó a un bache en la avenida Morelos a la altura de un supermercado y el otro en Alta Vista, por lo que tuvo que comprar un par de llantas. Por si algo faltara, dejó de trabajar por tres días porque se descompuso la bomba de gasolina de su vehículo.
El entrevistado agregó que, además, los taxistas de otros municipios que llegan a trabajar a la capital morelense le quitan clientes.
“Veo muchos taxis en el centro de Cuernavaca, que son de Emiliano Zapata, Xochitepec y de Temixco, vienen a trabajar como si nada; eso no me parece porque cada uno tiene su zona y el hecho de que vengan a trabajar al centro nos quita pasaje”, asegura, aunque parece ignorar que esa práctica está permitida desde el primer gobierno panista (2000-2006, cuando se decreto la llamada “metropolización”, que permite a los taxis de varios municipios levantar pasaje en la capital del estado de Morelos.