Tenían expectativa elevada en las ventas de temporada.

El cierre del panteón municipal Jardines de la Paz afectó a los comerciantes establecidos en sus inmediaciones, que esperaban recuperarse de la crisis económica que atravesaron desde el 2020 debido a la pandemia.

El cierre del cementerio se ordenó como medida de seguridad tras el desprendimiento de tierra y piedras registrado en la colonia Los Pilares, el cual dejó como saldo tres personas fallecidas.

En entrevista, Reina Alarcón, vendedora de comida, explicó que antes de la pandemia, la calle que sirve de acceso al panteón incluso se cerraba y llegaban vendedores de otros lados. "Había una llegada importante de visitantes".

Consideró que el panteón no debió cerrarse en su totalidad y las autoridades municipales debieron acordonar el área e incluso montar vigilancia con policías para que las personas no se acercaran a la zona de riesgo.

Los más afectados por el cierre fueron los vendedores de flores, que tuvieron pérdidas de hasta el 70 por ciento de su mercancía debido a que no hubo paso al panteón más grande de la capital.