Enrique Ramos Zepeda, coordinador del Consejo de la Alianza de Transportistas en Morelos, afirmó que esto se debe a que los modelos de las unidades son cada año más viejos y por tal en el mismo tiempo un porcentaje considerado debe salir de circulación por tener los 10 años de antigüedad que marca la ley.
En este sentido, el líder transportista manifestó su preocupación y descontento hacia las autoridades porque después de un año de haberles pedido apoyo para el cambio de las unidades “chatarra”, no han obtenido respuesta.
Mientras tanto, cerca de 500 unidades “chatarra” operan en las calles en contra de lo que marca la Ley de Transportes para el estado de Morelos con el fin de garantizar la seguridad de los usuarios, ya que un modelo con 10 años de antigüedad deja de funcionar adecuadamente. A inicios de este año el número de vehículos era de 400 pero se incrementó, tal y como explicó Ramos Zepeda.
Insistió a las autoridades del gobierno estatal a que atiendan la demanda de todos los concesionarios del transporte público y no sólo de unos cuantos líderes transportistas, a quienes se ha garantizado un recurso para la compra de nuevos vehículos.
Dijo que los propietarios de las unidades “chatarra” sólo requieren un préstamo del 10 por ciento sobre el valor de la ruta para pagar un enganche a las empresas automotrices y puedan adquirir un microbús o autobús de una forma más rápida y sencilla para los transportistas que, dijo, se enfrentan a severos problemas económicos.
“Lo que hemos pedido es el 10 por ciento del vehículo. Si yo voy a comprar un microbús o un minibús que vale 560 mil pesos, pues que me presten 56 mil pesos; ya es el 10 por ciento de la baja de la letra sencillamente. Y ésa es la idea, que sea el 10 por ciento de la unidad”, explicó Ramos Zepeda.
Dijo que mientras no reciban el apoyo del gobierno estatal, poco se podrá avanzar en el programa de renovación vehicular, pues los ingresos de los concesionarios no les son suficientes para el pago de una ruta nueva.
“Ahorita no podemos hacer una renovación nosotros como concesionarios ya que hay letras que cuestan más de 500 mil pesos; por otra parte, el costo de la gasolina, refacciones, y pues nosotros no podemos renovar porque ya estamos en números rojos”, añadió.