Desde hace unos meses se ha tenido en la mira a las personas famosas que han promocionado estos activos, especialmente después de que en noviembre del 2022 el mundo cripto sufrió un gran golpe con la noticia de que FTX, la segunda plataforma más grande de intercambio de criptomonedas, se declaró en bancarrota luego de varias declaraciones de malversación de fondos y venta masiva de activos.
Jimmy Fallon, Justin Bieber, Serena Williams, Tom Brady, Madonna, Gwyneth Paltrow, Kim Kardashian, Floyd Mayweather Jr., entre otros, se han visto demandados por impulsar la compra de estos activos financieros digitales, valiéndose de su fama para convencer a la gente, vendiéndoles la fantasía de pertenecer a un “club exclusivo” o de creación de vínculos con las personas que invertían, esto debido a que, en algunos casos, ese apoyo derivaba de contratos y patrocinios que se servían de incrementar el precio del activo para después vender sus participaciones con ganancias, en contra del bienestar de aquellas personas que confiaron en sus palabras.
En conclusión. Si bien es cierto que los patrocinios de marcas con famosos han existido por muchos años y que la decisión de invertir o no pertenece a cada quien, imagínate haber sido una de las personas que confió en sus palabras e invirtió sus ahorros solo para verlos perder su valor mientras ellos generaron ganancias a costa suya, ¿Cómo se sentiría?