En estos últimos meses, el pueblo y la sociedad civil organizada han mandado tanto al partido en el gobierno como a los de oposición un mensaje contundente: que aún sin la estructura y dinero con que cuenta un instituto político se pueden organizar.
Muchos dirigentes partidistas y funcionarios públicos participaron en las movilizaciones referentes a la reforma electoral y algunos hasta fueron recriminados por otros participantes por su actuar en diversos temas legislativos.
Los partidos que han encabezado el Poder Ejecutivo, ya sea federal o local, han quedado a deber a la ciudadanía, lo cual genera un voto de castigo buscando al “menos peor” en la boleta electoral y eso ya está cobrando factura.
Por hoy, las dos partes de la oposición siguen en búsqueda de una persona que pueda hacer frente a la/el candidat@ del oficialismo. Algunos presidenciables de la oposición parece que están más a la fuerza en esa lista y las dirigencias creen que todo el electorado está en twitter y tiktok, dejando en el olvido las estrategias para el ciudadano de a pie que por alguna razón no se hace presente en el panorama digital, el cual sí es un padrón mucho mayor. Pareciera que las plazas públicas solamente están a disposición de una parte.
Una opción, si realmente los partidos quieren reparar los daños y trabajar en un proyecto de nación, es que no presenten candidato por su lado, sino apoyar a un verdadero candidato independiente a la Presidencia de la República, que sea un perfil preparado y que al momento de conformar un gabinete no tenga que cubrir cuotas partidistas y además no gaste tiempo en buscar un sucesor. Eso produciría un sexenio de transición y verdaderas reformas que tengan como meta el fortalecimiento de la democracia y sus instituciones para las elecciones de 2030.
Los partidos deberían focalizar sus estrategias para lograr el contrapeso en la Cámara de Diputados y el Senado de la República y hacer coherentes los futuros nombramientos que le corresponde al Poder Legislativo en los órganos autónomos.
Es momento de que se reforme la partidocracia y el modelo de gobierno por la vía legal y del diálogo. Aún hay tiempo.