Realmente me parece interesante imaginar quién realmente consume televisión por gusto hoy en día. El medio de comunicación más antiguo parece en realidad ser la herramienta de compañía o de fondo para las comidas de mesa ¿en qué están fallando las televisoras?
Es probable que los programas de siempre ya no sean la mejor opción. Ya menos personas se interesan por shows de concursos o telenovelas. Sería interesante utilizar las redes sociales para empujar las opiniones de quienes realmente queremos variedad en nuestras pantallas, es decir visitar las páginas en Facebook o Instagram de esos grandes grupos televisivos y expresar sobre qué es lo que realmente queremos ver.
Parece una tarea sencilla pero se invierte mucho dinero y tiempo en crear contenidos, nosotros queremos ahora crear ideas. Porque da la sensación de que las televisoras llaman “adaptar a la modernidad” el colocar un cintillo para mostrar los últimos tweets de sus programas. Si queremos un cambio en la televisión necesitamos hacerlo desde raíz: nuevos productores, conductores y secciones.
Nos quedan algunos años seguramente, pero es probable que de seguir así estemos ante la última generación que ocupa el control de la TV para sintonizar. Quizá los dueños de los canales estén a tiempo de cambiar el timón, lo tienen en sus manos, o mejor dicho en sus mentes.