Trabaja como chofer de “rutas” porque ya tiene una hija.

Óscar González Figueroa terminó sus estudios de nivel medio superior, sin embargo, trabaja como operador del transporte público porque ahora tiene la responsabilidad de mantener a su propia familia.

Óscar tiene 20 años de edad, es esposo y padre de familia de una niña de tres años, y desde hace cuatro años trabaja como chofer. Empezó en una empresa donde transportaba material de construcción.

Desde hace un mes conduce una unidad de la Ruta 5, pues desde niño soñaba con llegar a ser chofer porque varios integrantes de su familia se dedican a este oficio.

Ahora que maneja una “ruta” –dijo– ha podido comprobar que es una labor cansada, estresante y difícil, ya que no se trata sólo de agarrar el volante, sino que es una gran responsabilidad porque lleva vidas a su cargo.

“Pensé que era fácil y decía: ‘una ruta es más fácil, pero ya vi que tiene su dificultad por la gente y porque uno tiene que estar atento a todo”.

Comentó que como chofer realiza labores de limpieza a la unidad, pero también debe tener conocimientos básicos de mecánica por si el camión presenta alguna falla durante el trayecto.

“Desde niño me gustaban los camiones. Terminé la prepa abierta en administración de empresas, pero me gustó más el volante. Mis papás no estuvieron de acuerdo en que trabaje en la ‘ruta’, pero también saben que tengo una hija y tengo que ser responsable, así que al final apoyaron mi decisión”.

Afirmó que su meta es adquirir experiencia y, posteriormente, buscar trabajo en empresas para tener prestaciones de ley.