Dejó su anterior actividad después de sufrir un asalto
Desde hace un año, José Francisco trabaja como operador del transporte público luego de que se vio obligado a dejar su labor como chofer de taxi, por la inseguridad.
Dijo que tras dos años de trabajar en el taxi tuvo que dejar el volante para evitar ser víctima de un asalto, y para solventar los gastos de su casa buscó trabajo en una empresa de transporte.
Afirmó que está a gusto en su nueva actividad, aunque lamentó que trabajan largas jornadas, ya que en ocasiones su primer recorrido es a las 4:45 de la mañana.
“Manejar una combi es más complicado que el taxi. Esta unidad tiene otras dimensiones, hacemos paradas continuas y tenemos que lidiar con el mal humor de algunos pasajeros”.
Además, afirmó que diariamente suben por lo menos diez personas con credencial del Inapam, por lo que debe respetar los descuentos del 50 por ciento para evitar que sea acusado con su patrón y le impongan una sanción.
Aunque reconoció que aplicar el descuento afecta sus ingresos económicos, dijo que está consciente de que también llegará a esa edad.
“Creo que trato bien a los pasajeros porque nadie se ha quejado de mi trabajo, pero he escuchado comentarios de algunos compañeros que manejan mal o eso dice la gente”.