El proceso de la arquitectura encuentra sus inicios mucho antes de ser considerada una construcción. Los arquitectos decimos que la arquitectura comienza desde la primera raya que uno imagina. Para entender lo que queremos proyectar nos apoyamos de recursos ya sean básicos o muy tecnológicos, sin embargo, el recurso que más usamos es “la maqueta”, esta noble, pero potente recurso nos permite visualizar escala, proporción y diseño requerido para tal proyecto.
En la actualidad la maqueta ha ido evolucionando a tal grado que se ha vuelto digital. El mejor ejemplar podría ser el modelo 3D que en la actualidad se conocen “cientos” de softwares que ayudan a realizar dicho trabajo.
Pero, ¿qué es la maqueta arquitectónica? Un significado simple y técnico se puede entender como una representación física a escala reducida de una edificación, proyecto urbano o partes del mismo. Algunas de las principales funciones de las maquetas arquitectónicas son:
- Permitir visualizar y estudiar la proporción, escala, distribución de masas y relación de planos horizontales y verticales de un proyecto.
- Ayudar a los arquitectos a confirmar las ideas plasmadas en planos 2D y expresar la información espacial de manera más precisa.
- Facilitar la comunicación y presentación de proyectos a clientes y el público en general.
- Detectar posibles problemas o errores en el diseño antes de la construcción real, lo que ayuda a ahorrar tiempo y dinero.
- Dar a los diseñadores una sensación física de cómo se desarrollará el proyecto de construcción.
La maqueta, a pesar de que ha ido evolucionando su proceso no cambia; es un ejercicio meramente artesanal.
Las maquetas tienen diferentes enfoques, por un lado, están las maquetas que llamamos “maquetas de trabajo o de estudio” ésta tiene como fin trabajar en el proceso creativo de un proyecto, por lo regular son muchas maquetas las que se hace para llegar a una conclusión correcta. Son maquetas que se realizan con materiales económicos y muchas veces reciclados.
La maqueta volumétrica. Esta maqueta tiene más detalle y por lo regular se acompaña de la maqueta de trabajo, en esta etapa de maqueta podríamos decir que la forma básica del edificio empieza a tomar sentido.
La maqueta final o de venta. Esta maqueta como su nombre lo dice “final o de venta” es la representación más detallada del proyecto, por lo general son maquetas que ya están finalizadas en el proceso del proyecto y solo se construyen específicamente para mostrar al cliente o en algún escaparate que pudiera ayudar a otras personas a entender el proyecto que será construido.
Las maquetas pueden ser construidas de muchos materiales los que más destacan son: madera, acrílico y/o otros polímeros, cartón, concreto y hasta de acero.
En fin, hablar de este tema es circunstancial para que la tradición de realizar maquetas físicas no se pierda gracias a la tecnología de hoy en día.