No puede dejar el volante porque es padre de dos hijos
Francisco conduce una unidad del transporte público y señala que un posible aumento al precio del pasaje traería efectos negativos en su economía, pues es padre de familia de dos hijos, de seis y 16 años de edad.
Su hija menor apenas ingresó a la primaria, por eso –dijo– no se puede dar el lujo de dejar su actividad.
“No me conviene dejar el carro porque ¿luego cómo mantengo a mi familia? Somos cuatro en la casa y es a lo único que me he dedicado desde hace 20 años; además pienso que se me dificultará encontrar trabajo porque ya me acostumbré al volante”.
Aunque reconoce que ser chofer es una labor cansada porque su jornada empieza a las cinco de la mañana y termina alrededor de las siete de la noche, dijo que no ha pensado dejar el volante, pero tampoco apoya un incremento al pasaje debido a que sólo beneficiará a los concesionarios.
De acuerdo con el trabajador del volante, en 2021 entregaba mil 300 pesos de cuenta y cuando se autorizó un incremento de dos pesos al pasaje, la cuota subió a mil 500 y al poco tiempo, a mil 700, que entrega actualmente. Por ello, con el posible aumento de cuatro pesos, deberá entregar alrededor de dos mil 100 pesos diarios.
En caso de que no reúna el dinero para la cuenta, será acreedor a una sanción que consiste en días de descanso sin percepción económica.
“Es una afectación para nosotros como operadores; además tenemos que respetar el descuento a las personas de la tercera edad y a veces suben más de diez con la credencial del Inapam, y también tenemos que entregar mil 500 pesos diarios para el diésel y lo que se le tiene que dar al checador”, detalló.
En su opinión, los camiones sí necesitan mantenimiento, pero reconoció que es una exageración el aumento de cuatro pesos que solicitan los líderes transportistas. Sin embargo, no puede inconformarse, pues su patrón le dice: “Si no te conviene, ahí está la puerta”.