Y es que una tarjeta que sea utilizada de manera adecuada, puede servir para financiamiento de hasta 50 días sin que se paguen intereses, pero para ello es importante hacer uso de este tipo de productos y servicios de forma inteligente y mesurada.
La Ley de Transparencia para el Ordenamiento de los Servicios Financieros establece que es derecho de los usuarios, poder cancelar las tarjetas cuando el cliente así lo desee, pero antes se debe cubrir el adeudo que se tiene, que en muchas ocasiones puede ser un factor para no cancelar la tarjeta.
“Lo cual hace que se vuelva un círculo vicioso, porque se sigue utilizando el plástico, no se baja la deuda y se pueden contraer compromisos que a la larga no se pueden asumir y causar una merma económica importante en una familia”, advirtió la Condusef Morelos.
Sin embargo, con un buen uso y analizando la situación, cuando se pueda y se tenga la oportunidad es bueno que se cancelen algunas tarjetas, se pague el adeudo y tras solicitar la cancelación por escrito, se tenga también el folio de cancelación para cualquier duda, aclaración o reclamación.
La Condusef señala también que “no es lo mismo tener un estado de cuenta en ceros, que cancelar una tarjeta de crédito y contar con un folio que lo avale. En el primer caso, indica que no le debes al banco por concepto de retiros o compras, sin embargo te estarán cobrando comisiones como la anualidad”.
Finalmente, señala que al realizar la cancelación lo más probable es que algún ejecutivo de cuenta “trate de persuadir al cliente para que no cancele su cuenta, ofreciendo bajar la tasa de interés, subiendo el límite de crédito o alguna cuestión similar, pero es importante evitar volver a caer en el juego de contratar nuevamente una tarjeta, porque la finalidad de analizar las finanzas es para que este tipo de productos sirvan para la economía y no para que en un futuro sea motivo de quebrantos financieros importantes.