La inseguridad, los bajos ingresos y la modernización de las unidades alejan a las personas de esa actividad, asegura José Castillo.
La inseguridad es uno de los principales motivos por los que ser checador de paso ya no es una opción de trabajo, aseguró José Castillo, quien es presidente de la asociación de checadores que se fundó en 2007.
Indicó que en los últimos seis años, al menos una docena de personas que se encargaban de registrar el tiempo de diferencia que llevan los operadores de diferentes “rutas”, fueron asesinados; en algunos casos, víctimas de asaltos.
"Ya es un riesgo ser checador. Hay algunos que los han matado; estamos indefensos en la calle. Por eso ya no se quieren arriesgar. La inseguridad y la propina que disminuyó, es lo que ha desmotivado a ser checadores, ya que les quitan lo poco que tienen en ese momento", expresó.
Aunado a lo anterior, dijo que con la modernización de las unidades del transporte público colectivo, la labor del checador de paso dejó de ser redituable, pues varias unidades cuentan con localización satelital.
"Ya no es como antes, ha disminuido tanto el trabajo de checador como el número de pasajeros en las unidades, porque es más fácil comprar un vehículo y entonces son pocas las personas que utilizan las 'rutas', y si al chofer le va mal, al checador también".
De acuerdo con el entrevistado, la asociación contaba con 180 checadores distribuidos en Jiutepec, Temixco y Cuernavaca. Sin embargo, desde hace cuatro años quedan entre 60 y 80, entre ellos, seis mujeres, que son madres solteras y aceptan esta actividad mientras encuentran un empleo fijo.
Refirió que los ingresos de un checador de tiempo completo oscilan entre los 200 y 250 pesos. Por eso, la mayoría tiene un segundo oficio para poder solventar los gastos de su casa.
En su caso, comentó que además de ser checador realiza trabajos de albañilería, plomería, electricidad y limpieza de terrenos.