Sólo los fines de semana María Susana conduce una unidad de la Ruta 6; entre semana está en el taxi.
María Susana Ortiz es esposa y ama de casa, y desde hace ocho años trabaja como chofer de taxi. Hace seis meses se incorporó a la Ruta 6 y de vez en cuando también realiza labores de mecánica.
De lunes a viernes recorre la ciudad a bordo de un taxi en busca de clientela y los fines de semana hace lo mismo, pero a bordo de una combi de la Ruta 6, que tiene su base en los Ejidos de Acapantzingo.
"Entre los dos nos apoyamos (su esposo). A veces no hay choferes y luego veo que ya lleva varios días trabajando, sin descanso, y le digo 'mejor yo me pongo a trabajar' para apoyarte, pero sólo es sábado o domingo".
Comentó que conducir una combi o un taxi es fácil, la diferencia es que en el transporte colectivo tiene que hacer paradas continuas, trabaja con el tiempo que le indican en la base y los recorridos son más largos.
En la combi, refirió, se ha encontrado con personas amables, aunque también hay quien está de mal humor; y en el taxi hay pasajeros que se sorprenden al ver a una mujer detrás del volante.
En el transporte colectivo trabaja jornadas de alrededor de 14 horas al día, y también realiza labores de ayudante de mecánica.
"Entre mi esposo y yo arreglamos los carros. Por un lado, para no hacer otro gasto de pagarle a alguien, y también para conocer un poco más, porque no sabes en qué momento le puede pasar algo al carro y uno tiene que saber aunque sea lo mínimo".