Lo anterior fue dado a conocer por el jefe del área de uro-oncología del servicio de urología del Hospital General de México de la Secretaría de Salud federal, Alejandro Rosas Ramírez, quien estuvo en Cuernavaca y alertó que la disfunción también puede ser un síntoma claro de padecimientos cardiovasculares. “Es un foco rojo, es un indicador de riesgo cardiovascular, es un indicador de infartos del corazón y accidentes tromboembólicos”.
El experto indicó que las estadísticas señalan que dicho padecimiento puede llegar a presentarse hasta en el 55 por ciento de los hombres en el rango de edad de mayor afectación de 40 a los 70 años. Refirió que es posible que el aumento en los casos esté relacionado con que muchas veces estos padecimientos no son registrados porque los pacientes no acuden a solicitar atención médica pues prevalece la ignorancia y por tanto la vergüenza.
Apuntó que el problema en México podría ser mucho mayor, pero los hombres no recurren a la consulta por motivos culturales, como lo que podría entenderse como “machismo”.
La disfunción eréctil, explicó, es la incapacidad para tener una relación sexual por mala calidad de la erección; refirió que en varones mayores de 70 años esta condición se vuelve más frecuente, y en esos casos se considera entre la población como “algo normal”, pero advirtió que hoy en día esta enfermedad ya está presente -de acuerdo con estimaciones de organizaciones de salud reproductiva internacional- en el 40 por ciento de hombres de más de 40 años.
Advirtió que la disfunción por sí misma es un padecimiento, pues no permite a quienes les afecta llevar una vida sexual activa como la tenían previamente, pero además advirtió de forma enfática que puede ser un síntoma de otros padecimientos, como los de tipo cardiovasculares que desencadenan en infartos o en tromboembolias.
Tras señalar que los factores de mayor incidencia relacionados son la obesidad, un estilo de vida sedentario, el abuso en drogas como alcohol y tabaco, la diabetes y la hipertensión, el especialista Alejandro Rosas Ramírez destacó que hay tratamientos efectivos y de sencillo manejo que pueden solucionar el problema de manera muy pronta, con supervisión médica.
Recordó que no es recomendable recurrir a fármacos que se han vuelto populares, sin prescripción de un especialista que haga los estudios previos correspondientes y con un diagnóstico certero de la disfunción eréctil y sus causas.