Durante largos años los hoteleros del estado de Morelos se manifestaron en contra del denominado “turismo residencial”, y en este sentido para el ex presidente de la Asociación de Hoteles del Estado de Morelos A.C. (AHEM), Jaime Rubí Olivera, esta denominación denota una exclusión de términos: “Turismo implica el movimiento del individuo a una zona geográfica distinta a su zona de residencia y la pernocta fuera de la misma con la derrama económica correspondiente; con esto se excluye el término residencial”.
Para el año 2008 se acordó investigar el tema a través del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con la colaboración de Ricardo Torres Carreto (coordinador estatal en Morelos) de dicho instituto, lo que dio como resultado que existen 144 mil casas en el estado “susceptibles” de ser rentadas el fin de semana.
Por su parte, el secretario de Turismo, Hugo Salgado, menciona en sus estimaciones estadísticas la afluencia del “turismo residencial” al estado como un indicador de las preferencias del mercado por las bondades del clima y cercanía de Morelos.
En este marco, Rubén Mendoza Garrido, ex presidente de la AHEM, también argumentó que existe competencia desleal de las conocidas también como “segundas casas” en la oferta turística porque “se cuelgan de la promoción de un destino evadiendo las obligaciones fiscales de la actividad económica”.
Alberto Miranda Urbina, vicepresidente de la AHEM, concedió que “la demanda de este servicio existe y satisface necesidades específicas (nos guste o no)”. Sin embargo, criticó que “la vivienda turística tiene un nulo control de la densidad de ocupación de las propiedades, la demanda de energía y servicios se llevan al límite, los horarios de uso para las áreas públicas son inexistentes, pero lo peor –dijo-- son los ingresos de esta actividad porque se evaden impuestos. Tan sólo al referirnos al impuesto sobre hospedaje (2.5%) se estima una merma al estado superior a los 30 millones de pesos (mdp) anuales”.
En este mismo contexto, Miranda Urbina señaló finalmente que cálculos conservadores, realizados por investigadores de diversas universidades, ubican 100 mil habitaciones en oferta para ser rentadas el fin de semana en Morelos; si cada una de ellas se rentara una vez al mes con un costo promedio de 500 pesos por noche, nos lleva a hablar de una industria con valor de mil 200 mdp anuales libres de impuestos y con pírricos beneficios al estado.