De acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones 2011, recientemente dada a conocer por la Secretaría de Salud federal, la marihuana sigue siendo la droga de mayor consumo y representa el 80% del consumo total de drogas. La cocaína aparece en segundo lugar con un usuario de cocaína por cada 2.4 usuarios de marihuana. Uno de cada cinco usuarios de cocaína la consumen en forma de piedra o crack.
Según estos datos oficiales, la tendencia al crecimiento que se observó entre 2002 y 2008 parece haberse detenido en los siguientes tres años de 2008 a 2011, no se observan cambios significativos en la proporción de personas que reportan consumo de cualquier droga en el último año; el consumo de drogas ilegales es muy similar en las dos mediciones. Tampoco se aprecian diferencias en el consumo por tipo de droga.
Sin embargo, cuando se analizan las prevalencias por sexo, se encuentra un aumento en el consumo de marihuana en los hombres y se mantiene el consumo en mujeres. La proporción indica que por cada mujer que consume drogas ilegales, hay 4.2 varones que lo hacen.
La droga de preferencia en hombres y mujeres sigue siendo la marihuana, en la muestra del sexo masculino, la cocaína ocupa el segundo lugar y en las mujeres el consumo de cocaína muestra cifras similares a las reportadas para estimulantes tipo anfetamínico, droga que en los hombres ocupa el tercer lugar en la preferencia de consumo.
Cuando sólo se incluye la población urbana, los resultados son muy similares, con índices de consumo ligeramente más altos que los observados en las zonas rurales.
Inicio del consumo de drogas en menores de edad
La misma encuesta señala que la edad promedio para el inicio en el consumo de drogas disminuyó entre 2002 y 2008, en las mujeres pasó de 23.6 años a 20.1 años; en tanto que en los hombres pasó de 19.8 años a 18.3 años. Es decir que cada vez a menor edad comienzan a probar o a consumir drogas.
El promedio de edad a nivel general es de 20 años para mujeres y de 18 para los varones.
Tendencias por región
Los resultados de la encuesta se muestran por regiones, pero no de forma desagregada por entidad como ocurrió en la ENA 2008. En la más reciente, la zona centro donde se encuentra Morelos (junto con otras entidades), se ubicó en segundo lugar. En ambas mediciones, la región norte tiene las prevalencias más altas, le sigue la región centro y es la región sur la que continúa teniendo las cifras más bajas de consumo.
En las tres regiones, la marihuana es la droga de preferencia. En cuanto a la cocaína, los datos muestran una tendencia que se observa desde 2002: el mayor índice de consumo de esta droga se da en la región sur en comparación con la región centro y, aunque se mantiene en los límites de los intervalos de confianza de las estimaciones, esta tendencia debe mantenerse bajo vigilancia. Asimismo, la diferencia entre el consumo de marihuana y cocaína en la región sur, es menor de la que se observa en otras regiones, con un usuario de cocaína por cada 1.2 usuarios de marihuana, mientras que la media nacional es de uno por cada 2.4.
Índices de dependencia
El índice de dependencia no presentó cambios significativos; sin embargo, cuando el análisis se hace por regiones del país, se observa un incremento de las personas que han desarrollado esta condición en la región norte del país.
El diseño de las encuestas de 2008 y 2011 permite dividir al país en ocho regiones, analizar sus prevalencias y comparar las tendencias. Los datos muestran que la región noroccidental (Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa), es la que tiene las prevalencias más elevadas de consumo de drogas ilegales (2.8%), seguida muy de cerca por la región nororiental (Tamaulipas, Nuevo León y San Luis Potosí) con un 2.4%. Estas dos regiones tienen cifras de prevalencia anuales significativamente más altas que la media nacional.
El tercer lugar lo ocupa la Ciudad de México (1.7%), con cifras muy similares a las de la región norcentral (Chihuahua, Coahuila y Durango) con 1.6% y occidental (Colima, Nayarit, Aguascalientes, Zacatecas, Jalisco) que muestra un 1.5%; le siguen las regiones centro sur (Veracruz, Oaxaca, Michoacán, Guerrero) con 1.3%; la centro (Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala) mostrando 1.2% y la región sur (Campeche, Quintana Roo, Chiapas, Tabasco, Yucatán) con 0.6%, que tiene las prevalencias más bajas, menos de la mitad de la media nacional (1.5%).
En la región occidental se observaron aumentos significativos en el consumo de cualquier droga y de drogas ilegales, comparadas con las cifras de consumo reportadas en 2008. Esta tendencia significativa hacia el crecimiento se observa sólo en los hombres.
Drogas en adolescentes
El consumo de drogas en adolescentes según este instrumento, se mantuvo con relación al 2008, la marihuana es la droga de preferencia igual que en la población total; en este grupo hay 3.3 usuarios de marihuana por cada uno de cocaína (la media para la población total es de 2.4 usuarios de marihuana por cada uno de cocaína).
“Es importante notar que el consumo de marihuana en los hombres adolescentes de 12 a 17 años, es similar al reportado en la población total de 12 a 65 años; no obstante, el consumo de cocaína cuenta con 2.25 usuarios en la población total por cada uno en la población adolescente”.
En las mujeres adolescentes, consistentemente con lo observado en 2008, el consumo de marihuana y de cocaína es mayor al reportado por las mujeres adultas, lo que refleja su incorporación más reciente en el mercado de consumo.
El consumo de marihuana en hombres adolescentes es 3.3 veces más frecuente que en las mujeres, pero el consumo de cocaína en hombres y mujeres adolescentes es similar.
Como se ha observado históricamente, los inhalables ocupan un lugar importante en las preferencias de este grupo de edad, la cual no se observa en la población total. En este grupo, el consumo de cocaína e inhalables es muy similar, cuando en la población adulta, el consumo de inhalables con fines de intoxicación es cinco veces menos frecuente que el consumo de cocaína. Mayor consumo en adultos jóvenes.
La multicitada encuesta refleja que en el grupo de 18 a 34 años es en donde se encuentran las prevalencias más altas de consumo, sin incremento estadísticamente significativo con relación al 2008, pero finalmente se reconoce que ahí se concentra el mayor grupo. La marihuana y la cocaína son las drogas de mayor consumo, con 2.4 usuarios de marihuana por cada uno que reporta haber consumido cocaína en el año previo al estudio. El consumo de otras drogas, es cuatro veces inferior al reportado para cocaína.
Al analizarlo según sexo, los hombres presentan la prevalencia más alta para el consumo de cualquier droga, con un incremento estadísticamente significativo de 2008 a 2011. En las mujeres de este grupo de edad, el consumo de cualquier droga se mantuvo bajo y estable.
Para el subgrupo de 35 a 65 años, el consumo permanece sin cambios entre las dos mediciones (2008 y 2011). Los índices de consumo en este grupo de edad, son significativamente menores que los observados para la población adulta joven, con índices de consumo de marihuana hasta 3.2 veces menor y de cocaína 2.7 veces menor.
En este grupo de edad hay mayor diferencia en los índices de consumo entre hombres y mujeres; en el grupo de 18 a 34 años hay 4.3 hombres que reportan haber usado drogas en el año previo, en comparación con 5.7 hombres por cada mujer en este grupo. La menor diferencia se observa entre los adolescentes con sólo dos hombres por cada mujer.
Cobertura de prevención en la población adolescente y factores
El documento refiere un apartado en conclusiones, sobre la prevalencia en la prevención o tratamiento entre quienes dijeron haber consumido en un período de hasta un año antes de la encuesta. El 64.1% de los hombres y el 70% de las mujeres reportaron haber estado expuestos a un programa de prevención, principalmente en la escuela.
Aquellos que han recibido prevención reportan también menor consumo de drogas. “Los análisis de regresión logística múltiple muestran que el no haber recibido prevención y una mayor exposición a drogas, incrementan la probabilidad de consumirlas, tanto en los hombres como en las mujeres.
Haber estado expuesto a drogas (que se la hayan ofrecido regalada o comprada), no estar estudiando, una baja percepción de riesgo sobre el consumo de drogas, o alta tolerancia ante el consumo de drogas de su mejor amigo, son factores que predicen el consumo, principalmente en los hombres”.
Los datos muestran que apenas una (o menos de una en términos numéricos) de cada cinco personas con dependencia a drogas en el último año, ha asistido a tratamiento. El rezago es mayor para las mujeres, con 2.2 hombres con dependencia que han recibido ayuda por cada mujer.
Una tercera parte ha recibido tratamiento completo y un 22% lo ha recibido de manera parcial. En relación al tipo de profesionista con el que han asistido a tratamiento, entre los hombres destacan los grupos de autoayuda o ayuda mutua, seguidos los psiquiatras y por los psicólogos.
“En México, como en el resto del mundo, el consumo de drogas muestra periodos de aumento y periodos de decremento. Hacia el año de 2008 se encontraron crecimientos significativos en el consumo en comparación con lo que ocurría seis años antes; en los tres años siguientes el consumo se ha estabilizado, no hay cambios significativos en los índices de consumo en el último año, en la población total estudiada. Cuando los datos se analizan por sexo, encontramos un incremento en el consumo de marihuana en los hombres.
El consumo en adolescentes no se modificó, pero en las mujeres, consistentemente con lo observado en 2008, el consumo de marihuana y de cocaína es mayor al observado para las mujeres adultas, lo que refleja su incorporación más reciente en el mercado de consumo.
Los datos muestran la necesidad de reforzar las acciones desarrolladas para reducir la demanda de drogas, si bien el consumo en general se ha estabilizado, es importante ampliar la política de prevención”, se reconoce en el documento en el apartado final de conclusiones.