“Los trabajadores de la construcción están marginados de la protección social, no tienen IMSS, Infonavit, ni Afore; y en los casos de las grandes constructoras a veces registran sólo a una parte de sus trabajadores”, explicó.
El abogado laboralista manifestó que los más lamentable es que la autoridad laboral no vigile ni se cerciore de que estén a salvo los derechos laborales de los obreros de la construcción y permita que exista contubernio los patrones y los sindicatos, que también se prestan a encubrir estas deficiencias en detrimento de los derechos de sus agremiados.
Y es que, de acuerdo con la Secretaría de Trabajo, la albañilería es uno de los oficios más riesgosos, ya que se estima que cinco de cada 100 trabajadores de la construcción ha sufrido algún accidente.
Según el INEGI 9 de cada 10 albañiles no cuenta con seguridad social; la cuarta parte de los trabajadores de la construcción asalariados cuenta con un contrato escrito, y que 99.9% de la población ocupada como albañil son hombres y sólo 0.1% mujeres.
De cada 100 albañiles 55 son adultos de entre 30 y 49 años; el 25% tiene más de 50 años y el 20% reportan edades de entre 12 y 29 años; casi el 79% son jefes de hogar y en general su promedio de escolaridad es de 5.2 años de estudios, es decir de quinto año de primaria. Los ingresos pueden varían entre 50 y 200 pesos por día de trabajo.