Con lágrimas contenidas, la docente de educación física manifestó que si bien es cierto que ella seguirá trabajando con profesionalismo en el interior de la escuela, a la que volverá el 11 de agosto, también se siente muy agraviada y “dolida” por lo que ha tenido que vivir.
Expresó que luego de más de 29 años de trabajo como docente y de toda una vida de vivir en paz, con esta circunstancia la obligaron a “salir del clóset”, es decir, a revelar sus preferencias sexuales, lo que considera que es un asunto muy privado que debió permanecer así, sin injerencia alguna en su vida laboral.
Recordó que recurrió al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y a la fecha no ha recibido el resolutivo correspondiente, al destacar que espera que haya alguna determinación favorable que sirva como antecedente para estos casos y para quienes la agredieron.
“Me parece que una de las sanciones sería que les den un curso a los padres para que asimilen estas cosas; a lo mejor no sería lo justo, pero sí lo mínimo y ojalá que lo entiendan, que somos personas como cualquier otra, que somos productivos y profesionales”.
En cuanto a la denuncia ante la FGE, inició una denuncia contra todo el comité de padres de familia y a la fecha tampoco ha sabido sobre su avance. Dejó en claro que definitivamente no retirará esa demanda, “porque yo estoy muy dolida. A mis 49 años tuve que, dicen por ahí, ‘salir del clóset’, de una vida que yo tenía muy guardada, privada, muy feliz y ellos me quitaron eso. Yo diría que no se vale que nos destrocen así, sobre todo hay que buscar la justicia y que ya no se repita para nadie más”.
Narró que desde este conflicto, para ella la vida ha cambiado y le da miedo encontrarse en la calle a las personas que la amenazaron y la agredieron.
“Ojalá que con lo que se platicó y con la intervención no pase nada. Porque en gobierno me dijeron que me van a respaldar y les dejaron en claro que si algo me pasaba, se iba a proceder”.
Comentó que por otra parte, luego de que su caso de discriminación se hizo público, ha recibido apoyo de muchas personas que no conocía, incluso de gente de otros países que, a través de redes sociales, ha externado mucho respeto. “Ojalá que el respeto sea al 100 por ciento con cualquier persona”.
Finalmente también llamó a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM) a darle continuidad a su queja y que se apliquen las medidas correspondientes, pues insistió en que sus derechos fueron violentados.
Opinó que posiblemente la presidenta de la CDHEM, Lucero Benítez, “no leyó bien mi queja, porque yo claramente expuse que fui discriminada por este motivo y pedí la intervención de la comisión, aunque se haya dicho otra cosa”.