Como parte de la celebración este viernes se llevó a cabo dicho encuentro denominado “vuelvan a mirar su casa”, con la participación de ocho de los egresados más connotados, quienes impartieron algunas pláticas a alumnos y ex alumnos.
El Doctor Tonatiuh Ramírez Reivich, director del Ibt expuso que la idea fundamental es el reencuentro de integrantes de la comunidad, a más de 30 años de vida del instituto. Una de las labores más importantes ha sido formar recursos humanos de alto nivel y muchos de ellos contribuyen en diversas trincheras del país. Se buscó el intercambio de experiencias y abrir nuevas vías de impacto y repercusión positiva a la sociedad.
Apuntó que el país está viviendo una etapa complicada y los académicos pueden aportar contribuyendo en la educación de jóvenes talentosos y encausarlos a actividades positivas para México, dotándolos de herramientas que los coloquen en mejores perspectivas profesionales y personales, y que ellos a su vez colaboren “porque cada uno de los estudiantes que egresan de aquí pueden ser un agente de cambio para el país, particularmente en la Biotecnología, y la Biotecnología tiene mucho que aportar en prácticamente todos los ámbitos de salud, medio ambientales, alimentarios, agropecuarios”.
Señaló que el reto es continuar abriendo las puertas a los jóvenes que quieren desarrollar sus estudios en la institución y que ven en la Biotecnología una opción de desarrollo y el objetivo es atender a un mayor número de alumnos, y elevar el nivel de excelencia y calidad.
Al hacer referencia sobre el crecimiento del Ibt, informó que la comunidad ya suma más de 860 personas incluyendo alumnos, personal académico y trabajadores. Hace tres décadas, recordó, había sólo 12 investigadores, a la fecha hay casi 120, lo que significa un crecimiento exponencial en términos numéricos, y en los cualitativos, también hay una repercusión importante. Explicó que los productos del instituto (docentes, académicos, tecnológicos) tienen impacto en diversos ámbitos.
Por su lado, el Doctor Enrique Galindo Fentanes, secretario de vinculación del Ibt, hizo notar que con este encuentro que se realiza por primera vez en el instituto, se busca enriquecer la experiencia de quienes han cursado estudios en esa institución, y quienes actualmente estudian y trabajan en el Ibt.
Este mes se cumplen 30 años de que el Ibt abrió instalaciones en Cuernavaca, y en este marco es que se desarrolló dicho ciclo de charlas con ocho destacados ex alumnos que presentaron sus experiencias en el campo de trabajo, desde ex estudiantes que han creado sus propias empresas, hasta un investigador que trabaja en el Ministerio de Agricultura en Estados Unidos, por ejemplo.
Destacó que el instituto ha crecido en al menos un 30 por ciento en infraestructura física con la construcción de nuevos laboratorios.
Galindo Fentanes manifestó que este es un punto de partida para estrechar lazos que podría dar paso a la generación de una red de contactos, quizá una bolsa de trabajo para los futuros egresados.
Al hablar de la calidad y productividad en las que ha crecido también el Ibt, Galindo Fentanes refirió que este instituto produce más artículos científicos que todo Uruguay y todo Puerto Rico como país, y en Latino América dichas publicaciones son las más citadas “esto quiere decir que son usadas como referencias por otros investigadores, digamos que si el Ibt fuera un país ocuparía el primer lugar en América Latina en términos de citas a sus artículos y yo creo que el impacto más importante que hemos tenido son justamente estas mil 600 personas que ya están trabajando todas entrenadas de alta calidad y que ya ejercen su trabajo profesional en una amplia variedad de ámbitos”.