El funcionario admitió que dichos lineamientos, que contemplan listados de múltiples productos que no se habrían de vender en escuelas a partir del próximo ciclo escolar, son rígidos o muy detallados.
Expuso que aun no son obligatorios pues falta que se publique el acuerdo secretarial correspondiente y estarían pendientes algunas observaciones para su puesta en vigencia. Además, argumentó que junto con el secretario de Salud del estado y en coincidencia con lo que han planteado los funcionarios de otras entidades, el acatamiento de los lineamientos sería paulatino.
“Lo tenemos que hacer poco a poco, porque este es un proceso cultural, entonces lo primero que se va hacer es el agua azucarada, los refrescos y lo que tiene que ver con ese tema, porque cuando se consumen en exceso es cuando más perjuicio hay. Después seguiremos con lo demás, porque yo coincido con el secretario de salud que dice que el alimento por sí mismo no hace daño, el problema es el exceso de consumo de un solo alimento que tiene un solo producto, en este caso del refresco”, abundó.
Sostuvo tajante que no se habrá de aplicar sanciones a quienes no cumplan con los multicitados lineamientos, pues se busca que se sigan por voluntad propia, y para ello se habrá de generar -insistió- una cultura de vida saludable: “Sino se podría dar un problema como el que comentó alguien, de que al rato habrá contrabando de comida chatarra y ese no es el objetivo”.
Mencionó que ya se trabaja en la capacitación a padres de familia con cursos para que vayan cambiando los hábitos alimentarios y de igual forma se realizarán reuniones o cursos la próxima semana con jefes de sector, inspectores y supervisores, para ir viendo entre todos cómo se va aplicar dicho reglamento.
Rodríguez Martínez planteó que se va analizar de todos los alimentos que se consideran en los lineamientos cómo se están consumiendo y establecer gradualmente cómo se va fortaleciendo la buena alimentación y hacer conciencia en los niños y los padres de los daños que provoca el consumo de muchos azucares, grasas, sal y otras sustancias.
A decir del secretario, podrían garantizar a los padres de familia que les resulta mucho más caro darles dinero a los niños y que éstos consuman lo que sea, que darles un lunch más nutritivo.