A través de su cuenta de Facebook, Frédérique Santal, hermana de Olivier, se unió a la pena de las familias de las y los desaparecidos en México que, como en su caso, enfrentan el dolor de no saber dónde están y qué les pasó a sus seres queridos.
“Si he escrito mensajes es para mucho más, es que no ha cambiado nada. Todavía no sabemos lo que ha pasado a nuestro querido Olivier. Remedio para revisar, debemos aprender a vivir con la perspectiva de nunca más. Las opciones existen, morir cada día un poco más o levantarse y enfrentarse a diario. Esto significa: aceptar la inaceptable, impotencia, vacío, ira, injusticia e impunidad”, escribió en su muro de la red social, cuyo mensaje fue respondido con muestras de solidaridad y difundido por cientos de personas tanto en México como en el extranjero.
Frédérique Santal, quien desde la desaparición de su hermano ha estado al tanto del caso y ha criticado la ineficiencia de la otrora procuraduría de Morelos y de la Procuraduría General de la República (que después de varios meses del secuestro del ciudadano suizo atrajo la investigación), nuevamente lanzó una fuerte crítica a las autoridades mexicanas por su inacción en la búsqueda y localización de Olivier y los responsables del plagio.
“En la oficina de investigaciones criminales en México, la carpeta de Olivier ha cambiado varias veces de manos, ahora sabemos que está en el fondo de un cajón, no quiere decir que en la basura. Desde este verano, hay un nuevo embajador de Suiza en la ciudad de México y los secuestradores de Olivier continúan sus fechorías”, afirmó y lamentó que “la situación delictiva en el país no mejora, los horrores diariamente persisten, miles de nuevas familias viven este mismo drama de la desaparición de los seres queridos”, recalcó.
Olivier Tschumi fue secuestrado el 19 de diciembre del 2010 en el norte de la ciudad de Cuernavaca. El caso fue denunciado por la familia ante la Procuraduría General de Justicia de Morelos, cuyo grupo Antisecuestros fracasó en las negociaciones para liberar a Olivier, al autorizar el pago de 10 mil dólares sin una prueba de vida.
A pesar de que la familia pagó el rescate, hasta hoy ni la fiscalía estatal –que conserva un desglose de la investigación- ni la Procuraduría General de la República –que atrajo el caso- tienen pistas del paradero del ciudadano suizo que residía en Morelos.
La familia de Olivier abandonó Cuernavaca por la violencia y la delincuencia, y desde Suiza y Francia, así como a través de las redes sociales sigue su lucha para hacer que las autoridades mexicanas desempolven el expediente y reactiven la búsqueda, pues a pesar de que en el 2011 la PGR detuvo a varios presuntos implicados en el caso y ofreció cinco millones de pesos de recompensa a quien ofreciera datos fidedignos para dar con el paradero del ciudadano suizo, hasta hoy no hay rastros de él ni de los delincuentes.