Para ella, la astronomía y la investigación son parte muy importante de su vida, y demuestra que los científicos tienen vidas comunes, con distintos gustos y actividades. Esto se refleja en sus acciones, pues ha logrado obtener reconocimiento en diversas áreas de su vida personal.
Educación y ciencia
Flores Fajardo estudió la Licenciatura en Física dentro de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tiempo en el cual tuvo un acercamiento directo con la divulgación de la ciencia, de la mano de Julieta Fierro Gossman, entonces titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC).
Fue la doctora Fierro Gossman quien después la animó a cursar la Maestría en Ciencias con una beca del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), estudios que llevó a cabo en el Instituto de Astronomía de la UNAM, al igual que el Doctorado en Ciencias; este último, con mención honorífica y una beca por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Además, Fierro Gossman la invitó a formar parte del departamento de fotografía y de astronomía en la sala El Universo del Museo de las Ciencias de la UNAM, de la cual fue responsable durante casi dos años y en donde desarrolló guiones científicos y museográficos para la remodelación de la misma entre 2002 y 2003.
El amor de Nahiely Flores Fajardo por las estrellas viene de familia, pues cuenta que su abuelo, originario de Michoacán, México, conocía estos cuerpos celestes: “Te podía decir si era época de lluvia o de cosecha viendo las estrellas. Mi abuelo le enseñó esto a mi madre, quien siempre me inculcó mirar hacia el cielo. Luego entré a la clase de astronomía de Julieta Fierro, y ahí quedé”.
Dicha influencia familiar la llevó a estudiar y modelar –durante el doctorado que realizó bajo asesoramiento de Christophe Morisset y Luc Binette, ambos científicos del Instituto de Astronomía de la UNAM– los mecanismos de calentamiento del gas interestelar lejano a la parte de la galaxia más habitada por estrellas, pues en esa zona es sabido que las estrellas jóvenes y en formación son las responsables del calentamiento del gas; pero en la parte alejada no se tenía clara la causa de dicho calentamiento.
La investigación dio como resultado un hecho interesante, afirma la entrevistada: “Las estrellas que nosotros creemos muertas son tantas que, aunque no las podemos ver, son suficientes para calentar el gas. Fue un resultado bonito dado que esas estrellas no las toman en cuenta para nada y son las responsables del calentamiento del mismo”.
Del otro lado del mundo
Una vez que Flores Fajardo concluyó sus estudios de posgrado se enfocó en realizar investigación de posdoctorado. Fue el Centro de Radioastronomía y Astrofísica en Morelia, Michoacán –una instancia de investigación de la UNAM–, el que le otorgó la oportunidad para ello, de la mano del doctor William John Henney Strutt, científico que la invitó a realizar durante dos años su proyecto de estudio con modelos numéricos. En ese centro, la investigadora también participó como docente durante la séptima y octava Escuela de Verano en Astrofísica.
Al concluir esta estancia de posdoctorado, Nahiely Flores Fajardo se mudó a China. “En el mundo existen tres grupos de investigación importantes en astronomía: en México, España y un pequeño grupo en China. Había una posición posdoctoral en el último y envié mi solicitud; me quedé, y ya son dos años los que llevo en China”, relata.
Desde 2013, la mexicana se ha posicionado como investigadora en el Kavli Institute for Astronomy and Astrophysics de la Universidad de Pekín, uno de los mejores institutos de astronomía en el mundo. Ahora, a punto de volver a México, asegura que su idea siempre ha sido regresar: “Toda mi educación ha sido en México, siempre he pensado que mi país ha invertido mucho en mi formación como para quedarme fuera. Quiero retribuirle a México y a la universidad todo su esfuerzo”.
En representación de México
Comprometida con la divulgación de la ciencia y la astronomía, Nahiely Flores Fajardo actuó como organizadora y coordinadora de la Noche de las Estrellas 2014 en China, que recibió a casi 8 mil asistentes en el Planetario de Beijing para realizar observaciones y demás actividades dedicadas a esta ciencia.
Para dicho evento y con el apoyo del doctor William Lee, director del Instituto de Astronomía de la UNAM, y de José Franco, titular de la DGDC, la científica organizó a doctorantes voluntarios para crear talleres infantiles y convocó a los estudiantes de posgrado en México para la creación de material de divulgación.
“Les pedí que explicaran en un póster, a nivel divulgación, qué es lo que hacen y los objetos a los que se dedican, esto en español. Nosotros en China hicimos las traducciones, y en el evento los pósteres estuvieron por todo el planetario en ambos idiomas”, comenta.
Además, Flores Fajardo dio una plática en español sobre antigua astronomía mexicana, a la vez que un científico del país asiático presidió una sobre astronomía china; de esta manera se creó un puente entre ambas culturas en el ámbito científico, un punto clave que la investigadora buscaba plasmar en el evento.
Durante su estancia en el continente asiático, la científica ha participado en otras actividades que igual le apasionan y por las cuales ha recibido varios reconocimientos. Como profesional de la fotografía, obtuvo el tercer lugar –entre más de mil imágenes– en el concurso China in Foreign Teacher’s Eyes, organizado por el International Talent Monthly, China Society for Research on International Professional Personnel Exchange and Development y el periódico China Daily.
También ha mostrado sus fotos en las exposiciones Día de Muertos en México, patrimonio cultural de la humanidad y Rostros y paisajes: 5 fotografías mexicanas, ambas en China.
Por otro lado, la científica fue ganadora del campeonato abierto de squash de la Universidad de Pekín. “Fue la primera vez que una persona extranjera lo gana en la rama femenil, y soy la única latinoamericana que juega”, comenta.
De vuelta al continente americano
Con “sentimientos encontrados” es como Flores Fajardo define su viaje de regreso a México. Ya en territorio nacional, se integrará como docente en la Facultad de Ciencias de la UNAM, lugar en el que pretende enfocarse en la comunicación y divulgación científica, sin dejar a un lado su carrera como investigadora.
Con entusiasmo, explica su visión sobre el panorama de la astronomía en México. “Los astrónomos que nos hemos formado en nuestro país tenemos enormes ventajas sobre astrónomos formados en otros países, porque tenemos una formación con bases generales”, concluye.
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